Con la llegada del Año Nuevo Aymara, y los rituales que se cumplen en las comunidades, que anteriormente no se tomaban muy en cuenta y que hoy incluso suscitan la visita a estos lugares de miles de personas, pues el 21 de junio además fue declarado feriado nacional por el Gobierno de turno, es que se ha rescatado una tradición milenaria, que en la Isla de Panza se cumple a través de una serie de rituales.
La ceremonia ritual y el recibimiento del Año Nuevo Aymara se realizan en la cima de Qalawqata Tunari el 21 de junio, a partir de las 05:00 horas.
La wilancha está a cargo de un amauta aymara y las autoridades originarias del ayllu Pumasara, quienes guían al pueblo y piden al astro rey suerte y prosperidad.
Al ser un momento de mucha energía y de contacto con la naturaleza, se esperan los primeros rayos solares con música, poesía en aymara, quechua y canciones dedicadas a la Madre Tierra.
De lo que se trata es de reconstituir la cultura aymara desde la Isla de Panza, un lugar bellísimo, siendo la isla más importante del lago Poopó, expresada en un gran libro viviente de la naturaleza, con su propia belleza como es la flora y la fauna, la vegetación que no pierde la t’ola y la siwinqa, la flor amarilla de la sak’a que ornamentan el lugar, que visto de lejos, tiene la forma horizontal parecida a un gigante lagarto tendido, así lo describe Donato Ayma Rojas.
Mamüta, Kuysara, Qalawqatatunari, Wilaqala donde están las ruinas del templo de San Nicolás tolentino, los kaktus, los chullpares de Tama chullpa, Qhäxina, Quñchi, León Qala (1573) y otros, son lugares que tienen un gran potencial turístico, por su atractivo incomparable, lugares diferentes y especiales.
De por sí el lago ya tiene su encanto, pero es más precioso cuando las pariguanas de plumas rojizas y una diversidad de aves lacustres, le brindan un sinfín de tonalidades que cambian con el movimiento de las mismas, como un juego de mosaicos.
Ayma cuenta, que el trinar de las mismas aves se oyen en las noches y las madrugadas, las pariguanas emiten melodías incomparables y pareciera que comienzan a bailar por las noches, dejando para el día siguiente una cantidad de hoyos como grandes nidos en medio de las aguas.
Mamüta, sería la puerta de entrada que llega hasta el Cusco, dijo Ayma, cuando los incas en el imperio incaico, habrían construido esta vía subterránea, que hoy está cubierto con grandes piedras.
Donato Ayma, sostiene que Qalawqatatunari, es la montaña, lugar de donde se puede divisar a todo lado, céntrico de ceremonia ritual, hay un altar construido muy antiguo, no se sabe cuándo, hay una mesa de piedra en el suelo, además parecido a una yunta con yugo petrificada; antiguamente ahí hacían la ceremonia de la "wilancha" muchas veces sacrificando un ternero cada 30 de noviembre el día de San Andrés "Jalluqallara". Décadas más tarde, la wilancha y la entrega de la "mesa" se hacían con un cordero, alguna vez una llama a cargo del tata Jilaqata del ayllu Pumasara.
Viviendas rústicamente construidas, en su mayoría en base a las piedras es lo que le da un toque de distinción a la zona, la producción agrícola es sobre todo de las diferentes variedades de papas, también hay cebada en grano, trigo, quinua, kañawa, en lugares de microclima se produce el maíz criollo.
"Últimamente la Isla de Panza, se ha convertido como el lugar natural de área protegida, donde hay gran cantidad de vicuñas, como el patrimonio natural del ayllu Pumasara. Isla de Panza, pertenece a la jurisdicción del ayllu Pumasara del Cantón Untavi del Municipio de Toledo de la provincia Saucarí del departamento de Oruro", sostiene el comunario.
Incluso tiene su propia gastronomía, siendo lo más típico el asado de pescado, condori y la wathia.
Es un lugar que realmente vale la pena visitar, pues hasta el transporte es interesante, ya que un trecho debe hacerse en bote, o pequeñas lanchas, que permiten divisar la hermosura del lago.
AGRADECIMIENTO
Un agradecimiento especial al director del Movimiento Artístico Cultural "Ecos del alma", Raúl Rojas por facilitar la información y las fotografías.
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