Ubicado en pleno altiplano orureño, el municipio de Curahuara de Carangas alberga una de las más importantes joyas arquitectónicas de la época colonial del país.
El templo del mismo nombre es único en el mundo, no sólo por su privilegiada ubicación en uno de los mayores señoríos aymaras, de los Carangas; sino también por contar en sus muros con los frescos con mayor contenido evangelizador y de alto valor artístico de las primeras misiones religiosas en el territorio boliviano, explican estudiantes de la carrera de Diseño Gráfico de la Universidad Mayor de San Simón.
Las pinturas tienen un alto valor histórico debido a que hacen referencia al barroco europeo, con influencia de la escuela italiana y flamenca, según la investigadora española Margarita Vila, citada por los estudiantes de esta carrera.
La investigadora, que reside en el país, complementa su apreciación en el artículo Orígenes Medievales de las Representaciones Barrocas del Infierno y el Paraíso y señala: “es la conjunción de pinturas italianas y flamencas la que parece inspirar las imágenes virreinales del Juicio Final, el Infierno y el Cielo, a través, posiblemente, de estampas inspiradas en textos jesuitas”.
Basta comparar las Postrimerías, pintadas en Curahuara de Carangas hacia 1608, con las interpretaciones del Juicio Final, brindadas a fines del siglo XVII por Melchor Pérez de Holguín en San Lorenzo de Potosí y por José López de los Ríos en Carabuco, para comprender que el Cristo de pecho desnudo entronizado sobre el arcoíris y el armado San Miguel derivan de composiciones como las flamencas, prosigue la explicación.
Vale la pena también observar los esqueletos resucitados con sudario (pañuelo) de Carabuco y los condenados precipitados a los Infiernos, pintados en Potosí y Laja, para advertir cierta deuda con Miguel Ángel.
Los espacios destinados a la sacristía y baptisterio de la iglesia, son por sí mismos sobrecogedores, por la carga simbólica de ciertos frescos, como el Bautismo de Sangre o los decorados florales propios de un barroco europeo dentro la sacristía, donde además se puede observar almanaques franceses del siglo XVII, que son parte de la historia.
El templo de Curahuara de Carangas, el mejor conservado del último tercio del siglo XVI, es un buen ejemplo de estudio por su valor patrimonial y tangible. También por su arquitectura, pero sobre todo por los murales que decoran su interior, indica el párroco Gabriel Antequera Lavayén, en su libro “Capilla Sixtina del Altiplano Boliviano”.
CUATRO SIGLOS
La historia de la iglesia de Curahuara de Carangas empieza en 1578, según indica la inscripción en una de las campanas que se halla en la torre exenta que data del siglo XVIII.
Por ello, se puede decir que su edificación se remonta al año 1580 o antes, pero su conclusión data del año 1608.
En el interior del templo se encuentran muchas de las características de la arquitectura de la Real Audiencia de Charcas; en primer lugar, es una iglesia de lado con atrio o calvario. Está construida con adobes y tiene techo de paja. En la fachada lateral está su entrada central, con vista a la plaza principal del pueblo.
EN LOS ANDES
Curahuara de Carangas se constituye en uno de los asentamientos aymaras más importantes de los andes centrales de Bolivia.
Su economía está basada en la crianza de los míticos camélidos andinos, y ahora también ingresa en la oferta de servicios y productos turísticos. La región no sólo ostenta las pampas más ricas en minerales y recursos para la actividad ganadera, sino también los paisajes y parajes de altura más increíbles que el visitante pueda imaginar.
El pueblo es también la puerta de ingreso al Parque Nacional Sajama. La historia y la cultura encarnada por su gente no son sino sólo una excusa para entrar en el paraíso que describe su iglesia colonial.
PROYECTO
Un convenio firmado entre la Universidad Mayor de San Simón, mediante la Carrera de Diseño Gráfico y Comunicación Visual, y el Gobierno Autónomo Departamental de Oruro, permitió que 21 jóvenes estudiantes se animaran a elaborar su proyecto de grado en este lugar, interactuando con la gente y sus necesidades, dando cuenta también de la responsabilidad que asumen los nuevos profesionales.
En este sentido, los estudiantes elaboraron material fotográfico y respuestas gráficas para este lugar. Este material será utilizado para promocionar de manera turística a Curahuara de Carangas, indicó Diego Echevers, docente de la carrera.
Según Echevers, se tomaron más de un millón de imágenes, cada una planificada en torno a la capilla, el pueblo y la biodiversidad del lugar.
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