No hay ningún plan de turismo que esté aprovechando la simpatía de los benianos y benianas. Eso, pese a que tienen en Rurrenabaque el segundo destino nacional con más flujo. Según detalla Katherine Köhler, directora de Turismo de la Gobernación, un plan futuro debe incluir Bella Vista, en la provincia Iténez. En el lugar se puede divisar al bufeo; existe una especie única en Bolivia.
Loreto, Trinidad y San Ignacio de Moxos es otro eje para los visitantes. San Ignacio es la capital folclórica de Beni. Por el colorido y riqueza de sus danzas y cultura, San Ignacio ha sido declarado Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad por la Unesco.
El llamado triángulo amazónico (Riberalta-Cachuela Esperanza y Guayaramerín) es otra opción para la explotación turística, pero la que por ahora emociona a los funcionarios es el humedal de Exaltación. Recientemente ha sido declarado sitio Ramsar, lo que convierte a este humedal en uno de los más grandes del mundo. Lamentablemente, por ahora esa riqueza puede ser visitada solo en tiempo seco.
Cuando cae una lluvia, los caminos se vuelven intransitables y cualquier viaje por tierra debe ser suspendido. Es lo que sucedió con los funcionarios de la Gobernación, que se vieron obligados a posponer, la semana pasada, su viaje a San Ignacio, donde se celebró un encuentro de macheteros (los bailarines icónicos del departamento).
Los inicios del orgullo
Según cuenta Yuly Natusch, activista por la cultura beniana y directora de la Casa de la Cultura, a mediados de la década de los 70 las danzas locales estaban venidas a menos. Eran muy pocos los macheteros y las abadesas o mamas se podían contar con los dedos.
Los jóvenes no querían usar la camijeta y a las chicas les daba vergüenza ponerse un tipoy. Las ideas de Arnaldo Lijerón y el esfuerzo de Jorge Hurtado, que formó un grupo de teatro experimental, fueron las semillas que recuperaron la tradición moxeña trinitaria. La Casa de la Cultura funcionó durante ocho años en la casa de Yuly Natusch. Cuando murió su padre, ella siguió a cargo de la ‘Casa’.. La Chope Piesta se organizó gracias a la idea del compositor Rogers Becerra y empezó la elección de las representantes del folclore, que hoy se conocen con el nombre de moperitas. Así se fue recuperando el orgullo por la cultura propia
Museos y algo más
Parte de la riqueza natural del departamento puede verse en el Museo Ictícola y en el Museo Botánico. Un enorme paiche, pez que llegó desde la Amazonia peruana, es defendido por Luis Torres Velasco, que participó en la captura de sus más de 400 especies. Anguilas, surubíes, pacús y generales forman parte de la impresionante muestra. Recientemente, se ha inaugurado una nueva sala de acuarios, para mostrar especies sorprendentes como un pez con pulmones rudimentarios.
En el Museo Botánico hay semillas que sorprenden por su forma y frutos que rara vez se ven. Una completa colección de las maderas y plantas medicinales lanzan el desafío de cuidar lo que puede ser el futuro de Beni
DETALLES
INICIOS DEL MUSEO ICTÍCOLA
Entre 1981 y 1987 se empezó a elaborar la colección científica, con ayuda de Francia, Cordebeni y la Universidad Técnica del Beni.
CURIOSIDAD
La semilla del quitachiyú (Ziziphus ioazeiro) tarda cien días en germinar.
EL ANTIGUO JABÓN
Las semillas de isotoubo (Sapindus saponaria) se utilizaba antiguamente como jabón.
DE LA MANO DE LA UNIVERSIDAD
Tanto el Museo Ictícola como el Museo Botánico son parte de la Universidad Técnica del Beni.
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