Luego de una caminata de hora y media aproximadamente, el visitante llega a unos precipicios, donde puede imaginar que se encuentra en algún punto del cañón de Colorado de los Estados Unidos, debido a que algunos lugares tienen mera semejanza, con la diferencia de que aquí no existe infraestructura adecuada para apreciar en su totalidad esta vista impresionante.
La aventura se inicia en la ciudad de Potosí en dirección a Oruro. En el kilómetro cuarenta y cinco se hace un desvío a mano derecha. Se asciende unos seis kilómetros por un camino sin asfalto. A medida que avanza se observa un paisaje hermoso y pintoresco con casas rústicas y animales domésticos como llamas, ovejas, cabras que pastean apaciblemente sin percatarse de la presencia de los turistas.
Al llegar a la cumbre inicia otra vista mucho más agradable y de pronto nos encontramos en el municipio mismo de Tinguipaya, primera sección de la provincia Tomás Frías que, geográficamente se sitúa entre los meridianos 18º 56.5’ y 19º 22.5’ de latitud sur con referencia a la Línea del Ecuador y los 66º 10’ y 65º 39’ de longitud oeste respecto al Meridiano de Greenwich.
Atraen al turista la arquitectura colonial mezclada con la rústica y típica de un pueblo campesino que conserva sus costumbres y sus tradiciones de manera sutil y muy reservada, pero que éstas –por información de ellos– se viste de gala en sus fiestas patronales y cívicas, donde muestran sus atuendos típicos de personas con identidad propia.
Para una interacción más amena, es ideal saber el idioma quechua, pues si uno les habla en su lengua, inmediatamente surge una especie de confianza y sueltan su bagaje de historias contadas por sus padres y abuelos. Se sienten muy orgullosos de sus tierras a pesar de las vicisitudes propias de las regiones alejadas de la Sede de Gobierno, saben que pronto iniciarán proyectos de desarrollo con la ayuda del actual presidente Evo Morales a quien consideran una persona con muchas ganas de hacer algo por su municipio.
La jurisdicción municipal cuenta con recursos turísticos importantes como es el caso de las aguas termales, por otro lado las ruinas, chullpares, cuevas, iglesias, lagunas, paisaje andino, sin embargo los recursos más importantes son las fiestas religiosas y paganas como la fiesta de la Cruz, en Actara, la fiesta Anthurista de Exaltación, donde se exterioriza las tradiciones culturales de cada comunidad y ayllu, en particular reflejadas en la vestimenta, música y bailes.
De acuerdo al Plan de Desarrollo Municipal de Tinguipaya, el estado en el que se encuentran los atractivos turísticos revelan que están en condiciones desfavorables, por lo que se debe tomar medidas que permitan la conservación y refacción, el porcentaje es del 48%, por el contrario solo el 13% se encuentra en condiciones buenas, mientras que un 39% están en regulares condiciones.
El problema que limita la actividad turística en el municipio, sin duda alguna, es el insuficiente y mal estado de la infraestructura vial, por lo que el municipio estos años viene ejecutando la ampliación, construcción y mejoramiento de caminos; otro aspecto que limita el accionar de este rubro es la falta de infraestructura hotelera, que en el caso del municipio es casi nula, además de la falta de servicios básicos y la ausencia de políticas que fomenten esta actividad, la pérdida de la cultura por la alienante influencia de aspectos externos que está ocasionado que la rica cultura del municipio altamente fuerte por su historia ancestral, se esté perdiendo. El aspecto económico limita emprendimientos dirigidos a impulsar acciones de promover el turismo.
Sin lugar a dudas, con una política adecuada, tomada por especialistas en turismo, este municipio podría convertirse a corto plazo en un destino de aventura y de alto riesgo para aquellos que gustan de visitar parajes de extremo peligro.
El turismo rural involucra la participación comunitaria a un alto nivel que, con un manejo adecuado y con asesoramiento profesional, puede cambiar de forma sorprendente el nivel de vida de los tinguipayeños, quienes saben que conservan innumerables atractivos pero que no encuentran el asesoramiento para dedicarse a esta industria que simplemente consiste en llevar visitantes nacionales y extranjeros.
Las fotografías hablan por sí solas, pues las enormes quebradas transportan a cada persona, se reitera. Comparar esas montañas con una parte del famoso Cañón de Colorado en los Estados Unidos, con la diferencia de que aquí –en Tuisuri– no existe la infraestructura que facilite la observación plena; enormes peñascos asemejan personas encantadas en los acantilados así como animales y otras figuras extrañas que salen de las inmensas rocas prehistóricas.
El lugar es adecuado para el estudio de biólogos, paleontólogos y otros especialistas del estudio de este enorme cañón. Al fondo se divisa el río Pilcomayo a cuyas orillas se ve una vegetación y arboleda que adornan aún más el paisaje, los guías naturales son los jóvenes que indican que existen variedad de especies como la trucha, el karachi entre los más importantes.
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