Carlos Quisbert, enviado especial.- Los alimentos como el hospedaje se dispararon en precios, debido a la gran demanda de los visitantes nacionales y los turistas del exterior, quienes, a vísperas de la llegada de los pilotos del Rally Dakar, llegaron y con premura no pudieron encontrar ninguna habitación, por lo que tuvieron que pasar, en su mayoría, agazapados en tiendas de venta de comestibles.
Muchos de los residentes se aprovecharon de la necesidad de los circunstanciales visitantes que por la noche del sábado e incluso por la madrugada del domingo llegaron a Uyuni.
La gran mayoría de los visitantes tuvieron que dormir en sus vehículos y otros debajo del mismo, aunque el frío hizo lo suyo, según don Víctor Chipana, algunos residentes cobraron por una pieza en las casas entre 50 y 100 dólares, sin importar cuántos puedan ingresar en la habitación, que por cierto, afirma “no son grandes la piezas, son pequeñas, creo que se aprovecharon y el control del municipio fue rebasado y pusieron sus precios cada dueño de casa, cuando en realidad se puso precios justamente para no especular en la parte económica”.
Un comerciante paceño de poleras y otros productos declaró que no tuvo otra que dormir en la calle, ya que si pagaba el precio de un espacio en alguna casa, entraba en quiebra, pues sus ganancias no son muy fuertes, “vine a vender, me fue muy bien con la banderas, agoté la cantidad que traje. También la gorras, pero está muy caro los alimentos, un almuerzo me costó este domingo 30 bolivianos…no me parece que se aprovechen, ni los refrescos se salvaron. El almuerzo estaba a 15, pero en menos de 12 horas subieron”.
ABASTO
Un recorrido por el pequeño abasto que tiene Uyuni ha reflejado que por ejemplo los desayunos entre 5-7 bolivianos fueron los que más se vendieron, ya que mucha tuvo que aguantar hasta en la noche del domingo para nuevamente comer algo. Las personas que vinieron con niños estuvieron con galletas, plátano y pan, hasta un refresco por lo más bajo cuestó 10 bolivianos, (tamaño popular).
Los precios fueron subiendo de manera paulatina, ya que según llegaba la gente a Uyuni para observar el Dakar 2014 los costos fueron ajustados a criterio de cada vendedor.
Por la noche del domingo se mantuvieron los precios elevados y mucha gente comió en las calles lo que pudo, escogiendo entre lo más económico.
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