Luego del gran día que se vivió en Uyuni el domingo, con el paso se la séptima etapa de Dakar, esta población potosina nunca más volverá a ser la misma ni sus habitantes olvidarán que por un día los ojos del mundo estuvieron centrados en ese lugar, que por sus características parece ser más celestial que terrenal.
Ayer, tras la gran jornada, los tambores de retirada comenzaron a retumbar. Los turistas levantaban sus carpas, los efectivos policiales de a poco comenzaban a volver a sus distritos y el ruido de los motores se escuchaba cada vez más lejanos.
El ministro de Medio Ambiente, José Zamora, informó que el paso del Dakar por Bolivia no dejó ningún impacto, debido "al buen manejo” del operativo para evitar que contaminen los residuos que dejaron los cerca a 100 mil visitantes. El reporte de dicha cartera de Estado indica que cuando se termine de limpiar la ciudad al menos se tendrán 100 toneladas de basura, las que serán recogidas por los personeros del gobierno municipal y la empresa de aseo de Uyuni.
La agencia ABI reportó una persona fallecida, un herido en el vuelco de campana de un motorizado particular y 2.220 pacientes atendidos, según datos del Ministerio de Salud.
83
mil
visitantes recibió Uyuni el domingo en la séptima etapa del Rally Dakar.
"La imagen de Bolivia sigue creciendo, me gustó la participación y el comportamiento del pueblo boliviano”.
E. Morales, presidente Bolivia
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