El parque arqueológico de Qillqantiji - Peñas (del municipio Batallas) se inaugurará el próximo sábado 15, como parte de la clausura de la primera fase del proyecto de puesta en valor del importante sitio de pinturas rupestres y de turismo comunitario. Los representantes del Comité de Turismo de Peñas y los investigadores de la Sociedad de Investigación del Arte Rupestre de Bolivia (SIARB) explicarán las actividades desarrolladas en el lugar y guiarán a los visitantes al sitio. El acto principal se realizará en la plaza del pueblo.
Lo que se destaca en el sitio sagrado ceremonial es que la iconografía retrata imágenes del periodo prehispánico o los orígenes de Tiwanacu.
Importancia. El proyecto es coordinado por Freddy Taboada y Matthias Strecker, de la SIARB. Además de la participación de las arqueólogas Claudia Rivera y Pilar Lima (estudiantes UMSA), la historiadora María Luisa Soux (Instituto de Estudios Bolivianos, UMSA) y la experta en arte colonial, Teresa Villegas de Aneiva. Gran parte de las obras iniciales fueron financiadas por la Embajada Alemana en Bolivia. El proyecto se dio a iniciativa de las autoridades de Peñas y del Comité de Turismo de la comunidad, quienes en 2012 se dirigieron a la SIARB solicitando trabajos profesionales para resguardar y estudiar las pinturas rupestres.
El presidente de la SIARB, Freddy Taboada, explicó a La Prensa que se trata de una cueva de 14 metros por 10 de ancho y que la principal característica son las pinturas, "que nos remiten a la época prehispánica (también llamado periodo formativo), antes de la formación de la cultura Tiwanacota".
Taboada destacó que el sitio será administrado por la comunidad, por lo que se hará un programa de turismo comunitario. "Les enseñamos a planificar e implementar programas de monitoreo de construcciones (operativa)".
La primera fase del proyecto duró un año, aunque "aún hay mucho por hacer, principalmente en la conservación del cerro Huiraconi, que presenta un importante potencial para investigaciones arqueológicas y más prospecciones en la cueva Qillqantiji".
De acuerdo con Taboada, algunas imágenes que se aprecian en el sitio son mascarones, además de víboras y serpientes bicéfalas y tricéfalas. Es una "iconografía profunda", dijo. También se ven camélidos domesticados, en los que resaltan la formas en la que se los plasmó. "En una parte de la cueva sobresale la estructura de los corrales y las llamas, las que tienen las patas hacia arriba, izquierda y derecha. Esto es ilógico para nosotros, pero son características particulares de ellas". Asimismo, en otros lugares se utilizó la roca para el dibujo, "Algunos corrales están terminados en las rocas, lo que indica que hay una conciencia diferenciada de las bases". Por su importancia, el proyecto prevé continuar con la investigación arqueológica e histórica.
58 kilómetros de carretera al noroeste de La Paz, a esa distancia se halla Peñas.
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