Más de 220 pinturas de arte rupestre de llamas, mascarones, aves bicéfalas y figuras antropomorfas, creadas entre el período formativo, antes de Tiwanaku, y el colonial, fueron restauradas en la cueva de Qillqantiji por expertos de la Sociedad de Investigación de Arte Rupestre de Bolivia (SIARB).
Los trabajos fueron realizados en el marco de un proyecto de investigación financiado por la Embajada de Alemania, que destinó 65.000 bolivianos.
"Estamos sobre las 220 imágenes”, explicó el presidente de la SIARB, Freddy Taboada, quien lleva adelante la investigación desde 2012 en este sitio arqueológico. Según el experto, el lugar se encontraba en peligro "pero gracias al plan de preservación y conservación salió adelante”.
El experto agregó que "el sitio inicialmente tiene tres paneles (...) en el primero sobresalen representaciones de carácter prehispánico entre los años 100 a.C. y 100 d.C. (...) en el segundo panel las representaciones son de carácter colonial y sobre todo simbólicas, donde hemos encontrado una firma típica de la Colonia. En el tercer panel ya se muestra una iconografía más colonial con iglesias y cruces”.
Taboada destacó que en el lugar existe gran cantidad de figuras de camélidos, en relación con las figuras antropomorfas, lo cual les lleva a pensar que los creadores de estas imágenes corresponden a una sociedad pastoral.
Qillqantiji se encuentra en la comunidad de Peñas, ubicada en el municipio paceño de Batallas. Esta cueva de arte rupestre es parte del parque arqueológico del lugar, que tiene como uno de sus atractivos al sitio que sirvió de escondite a Túpac Katari en la época del cerco a La Paz.
Además de registrar e investigar los dibujos de arte rupestre, la SIARB elaboró un plan de manejo de gestión y administración para Qillqantiji (gruta de hierba menuda). De esta forma la comunidad y las organizaciones sociales podrán administrar exitosamente el lugar.
Para la conservación de la cueva, que resguarda estos dibujos prehispánicos y coloniales, Taboada recomendó a los comunarios conocer la historia de estos registros y posteriormente entender los temas referidos a la administración. "Nosotros como SIARB sólo brindamos apoyo técnico y científico (...) la comunidad tiene que llevar adelante la gestión y administración”, añadió.
Peñas y su parque arqueológico
Durante el recorrido por la comunidad de Peñas se puede observar los senderos que conducen hasta Qillqantiji, que datan del periodo prehispánico, explicaron los guías del lugar.
Los pobladores de Peñas consideran que Qillqantiji no es el único lugar que puede ofrecer esta población al turismo. "Hay lugares mucho más hermosos, como la cruz donde las piedras están labradas”, comentó Marcela Pacheco, comunaria de Peñas. Sin embargo, para ella y los otros habitantes del lugar, quizá lo más destacado dentro del recorrido es, sin duda, la cueva Qillqantiji.
Sumado al paisaje arqueológico, el lugar ofrece otro natural en el que destacan los sembradíos de papas, avena y quinua, y la presencia de ganado vacuno, ovino y porcino.
Asimismo, el visitante puede encontrar la flor medicinal del Itapallu, árboles de pino ciprés y eucalipto.
Punto de vista
peter linder
Embajador de Alemania
"Se logra una nueva visión”
El proyecto logra una nueva visión de la arqueología, de la etnohistoria y del arte rupestre de Peñas.
Se ha trabajado en la conservación, en la protección física del sitio principal, en la infraestructura, en la capacitación de guías y en una campaña educativa.
Considerando la cercanía relativa de Peñas a las ciudades de La Paz y El Alto, Qillqantiji se podría convertir en un atractivo turístico principal.
Estoy contento porque la embajada alemana haya podido contribuir al desarrollo del pueblo con el financiamiento de gran parte del proyecto. En años anteriores, Alemania ya colaboró con Peñas en las obras de restauración de su bella iglesia.
Deseo que su patrimonio cultural sea conservado.
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