Sobre un manto blanco casi infinito, entre ráfagas de viento gélido y bajo un sol refulgente, un grupo de andinistas se desliza en tablas de esquí, formando figuras zigzagueantes sobre el glaciar Jach’a Pacuni, ubicado en el municipio de Quime, que por primera vez se presta como escenario para los deportes extremos en La Paz.
Las condiciones naturales de este nevado, situado a 5.600 metros de altura, hacen que sea tan apto para el esquí, como para escalar y descender paredes de nieve, y para practicar snowboard, un deporte que consiste en deslizarse sobre una tabla de madera.
Estas actividades al filo de la aventura y la adrenalina forman parte de un nuevo circuito promovido por la Unidad de Turismo y Cultura de Quime, con el apoyo de la Asociación de Guías de Montaña y Trekking de Bolivia (AGMTB) y la empresa Addiction Xtreme Bolivia (AXB).
Bien valen los 30 minutos intensos de caminata entre senderos empinados y grandes rocas bañadas por las vertientes naturales de agua. Estar frente a esa planicie blanquecina es una experiencia sagrada, casi indescriptible, acompañada por el sigilo y el misterio de la montaña.
Las pesadas botas de nieve van trazando la ruta sobre este nevado, que forma parte de la cordillera Quimsa Cruz. A paso lento y respirando denso, sin prisa y admirando los paisajes paradisiacos a lo lejos, se llega a esta inmensa superficie, donde comienza la acción.
Indispensable es vestir ropa impermeable y térmica, guantes y lentes que protejan los ojos de los rayos del sol, refractados en la nieve. El resto del equipo -tablas, arnés, crampones, piolets y sogas- es proporcionado por los guías de esta actividad, para velar por la seguridad de los participantes.
Quienes optan por las tablas ponen a prueba su equilibrio cuesta abajo por un ligero declive de nieve, del que pocos salen ilesos, sin haber caído sentados al menos una vez. Es cuestión de práctica y valentía, pues cuando uno empieza a deslizarse nada lo detiene.
"Este glaciar es muy grande, un espacio lindo con vistas paradisiacas... tiene todo lo que necesita para practicar deportes de aventura y es algo que ahora motiva mucho a la gente. Por eso es importante promover nuevos espacios”, comenta Mauricio Mallo, gerente de AXB, una empresa que usualmente promueve el snowboard en el nevado Charquini de La Paz.
Risas y gritos acompañan los intentos por dominar la tabla al deslizarse sobre la montaña. Sin duda, ser entendido en esta práctica no es un requisito indispensable, pues hay quienes jamás pisaron este terreno y logran la proeza sin mucha dificultad.
A pocos metros de este escenario, y siguiendo una ruta alternativa por el nevado, hay quienes optan por la práctica de ascenso y descenso de rapel por una pared vertiginosa y ligeramente rocosa, que desafía el vértigo y la resistencia.
Con una breve explicación del uso del equipo de escalada, los participantes están listos para llegar a la cima trazada, a 20 metros de altura. Con técnica y perseverancia, uno a uno celebran sus conquistas levantando con orgullo los piolets.
"Éste es un espacio ideal para la aclimatación de los turistas y para la práctica de andinismo. Esto es importante para que otras personas conozcan y disfruten de la montaña, haciendo que el turismo crezca en nuestro país”, afirma Sergio Condori, de la AGMTB, una institución que promueve el andinismo de una manera segura y a nivel profesional.
El tiempo pasa inadvertido con la práctica extrema que, al margen de ganar cada vez más adeptos en la ciudad, permiten generar experiencias únicas e irrepetibles en lugares que aunque suelen ser poco conocidos, esconden tesoros en su entorno natural.
Es así como llega el momento de partir y retomar la ruta que conduce al pueblo de Quime, bajo la mirada vigilante de esta montaña que, un par de horas atrás, sólo era apreciada por el sol y las aves de rapiña que rondan en el cielo.
Ahora, revelado su potencial turístico, queda a la espera de nuevas visitas con ese silencio y misterio indescifrable que forman parte de la magia del nevado Jach’a Pacuni.
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