El aroma del eucalipto impregnado en el aire y la exuberante vegetación de puna y valle son algunos de los encantos naturales del municipio de Quime, en la provincia Inquisivi, que ahora se pueden disfrutar con paseos a caballo por la llamada Ruta del Oso.
Comunarios de la zona -ubicada al sur del departamento de La Paz- se encargan de guiar este trayecto, que inicia en el radio urbano de Quime con dirección a la comunidad Jucumarini, donde se aprecian vistas panorámicas de la ciudad, nidos de cóndores y, en el mejor de los casos, osos frontino, llamados así por las manchas que llevan en la frente.
Este nuevo circuito turístico fue implementado por la Unidad de Turismo y Cultura del municipio de Quime, como una actividad económica alternativa para las comunidades aledañas, que emplean sus caballos para transportar cebada, papa, oca y maíz.
"La idea es aplicar el turismo comunitario para beneficiar a la gente con atractivos que antes no se explotaban. Con esta experiencia, ellos se sienten animados a marcar nuevas rutas y alquilar sus caballos para una actividad que antes no realizaban”, explica Marleny Mamani, responsable de esta unidad.
A paso calmado inicia el recorrido por un sendero de tierra trazado por las cuchillas de montaña, que está rodeado de árboles frondosos y vertientes naturales de agua, cuyo sonido se matiza con el sutil canto de las aves.
En medio de este paisaje paradisiaco se posan casas de ladrillo y adobe, entre las que se destaca la parroquia Santiago de Quime, una de las joyas arquitectónicas de la zona, labrada por los mismos lugareños en granito gris y piedra, y apreciada por el reloj que lleva en la torre, una réplica del Big Ben de Londres.
Es así como el tiempo pasa desapercibido en medio de esta catedral natural que se combina con los panoramas urbanos de Quime, ahora se perfila como una nueva alternativa para quienes buscan transitar por rutas poco exploradas, donde priman la calma y la belleza.
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