Un emprendimiento turístico denominado Canopy, que se constituye en un deporte de aventura busca fomentar y atraer nuevamente a los turistas a la región de San Miguel del Bala del departamento del Beni que fue seriamente afectada por las últimas inundaciones.
En la región de San Miguel del Bala, el guía del deporte de aventura Canopy, Francisco Chuqui, informó que en la región amazónica del Beni este emprendimiento se llevó adelante desde el 2006.
En la actualidad es administrado por una de las comunidades de San Miguel del Bala, “todos los comunarios trabajamos en el emprendimiento, es una experiencia inolvidable y ahora queremos que los turistas aprecien lo que se ha hecho entre los arboles con la finalidad de incentivar el turismo”, dijo.
Debido a que luego de que registraron las últimas inundaciones los niveles turísticos redujeron a su máxima expresión. “El emprendimiento turístico que se tiene en esta región debe ser impulsado porque es el más grande de Bolivia, ahora que las aguas ya bajaron requerimos de visitantes ya que este es un emprendimiento comunal”.
Este emprendimiento se encuentra en la comunidad del mismo nombre, en la ribera occidental del río Beni. Está ubicado en la Tierra Comunitaria de Origen Takana, en una zona de superposición con el Parque Nacional Madidi.
En la región la vegetación predominante corresponde al bosque amazónico de piedemonte, una zona caracterizada por su alta diversidad de flora y fauna.
Esta actividad es una experiencia poco inusual, permite a la comunidad generar sus propios datos para analizar la frecuencia de detección de la fauna en las áreas destinadas al turismo y manejar las sendas de interpretación, considerando el tamaño de los grupos de visitantes y los sitios con mayor presencia de animales, además de generar sus propios recursos.
El circuito Canopy de la comunidad de Villa Alcira, que colinda con San Miguel, se ha elaborado también con la finalidad de tener un registro una planilla de la biodiversidad de los animales, porque estos se observan durante las visitas que se realicen al circuito.
El emprendimiento trata de vencer a la gravedad y sentirse tan libre en medio de la naturaleza entre una exuberante vegetación y un clima cálido y húmedo, el mismo esta sostenido a través de torres especiales que soportan cables gruesos de acero pueden verse amarrados.
Van uniendo árboles de más 15 metros de altura. Las distancias que los separan entre sí son 100, 80 y 70 metros o más según el recorrido que uno quiera realizar.
Una persona se coloca un arnés, cinturón de seguridad, casco y guantes para subir a la cima de una colina, a 100 metros de distancia. Desde una tarima que se levanta en ese lugar, los instructores indican cómo se debe hacer el recorrido sobre cables.
Los guías revisan minuciosamente las normas de seguridad y, una vez enganchado por el arnés, el arriesgado aventurero entrega su vida a la solidez del metal. Entonces se desliza el canopy en los cables que unen las copas de los árboles, Chuqui invitó a la población a conocer la experiencia y compartir este emprendimiento turístico en la región amazónica del Beni.
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