Valles, montañas, nevados, selva, ríos, lagos y una fauna diversa son los acompañantes de esta excepcional travesía a pie, una terapia relajante para el cuerpo y la mente.
Bolivia tiene varios sitios que permiten vivir esa experiencia con intrépidas caminatas de entre 2 y 12 horas por senderos, algunos sobre terrenos llanos y otros por rutas serpenteadas o en rutas de ascenso y descenso que ponen a prueba el buen estado físico.
Esta es la actividad conocida como ‘trekking’, que busca acercar a las personas al medio natural y al conocimiento de la zona a través de sus elementos etnográficos y culturales tradicionales.
Mucho para ver en Santa Cruz
Pueblos de la zona chiquitana (este) albergan varios lugares ideales para visitarlos a pie.
Durante una excursión de dos días hacia la Reserva de Vida Silvestre Tucavaca (ubicado en el municipio de Roboré), el visitante puede observar la Serranía de Santiago, con sus farallones y formaciones rocosas, conocer valiosos sitios arqueológicos y apreciar algunas de las 1.500 especies de plantas y mamíferos que existen en el lugar.
Por su parte, el Parque Nacional Amboró (al oeste del departamento) tiene todo lo que busca un viajero aficionado al ‘trekking’. En la ruta hacia Mataracú o al Refugio Volcán (que se encuentran en su entorno) el caminante atraviesa arroyos, cascadas y una densa senda de bosque donde puede tener la oportunidad de ver de cerca algunas de sus 127 especies de mamíferos o 3.000 especies de plantas.
Por otro lado, Samaipata (al sur de Santa Cruz) tiene otros sitios propicios para el ‘trekking’. Sobresale el codo de los Andes, un área protegida con varias especies endémicas y asombrosos paisajes. Ese es el punto de encuentro de dos regiones, la amazónica y la chaqueña y está formado por las estribaciones de la Cordillera Oriental. En una caminata guiada por pobladores del lugar se puede apreciar picos de montañas, dominando cañones cubiertos de bosque, y con un poco de suerte avistar cóndores.
Sitios de alto
impacto en La Paz
Ya en el Altiplano, una excursión de seis días permite conocer de cerca las maravillas naturales de la Cordillera de Apolobamba, una imponente cadena montañosa de los Andes que se extiende al norte del lago Titicaca.
El viaje a ese destino que abarca recorridos a pie de entre 5 a 7 horas está lleno de sorpresas. Rústicas viviendas emergen entre la paja brava. Llamas y alpacas miran curiosas el paso de la caravana. En el recorrido se observan elevados picos nevados, coloridas pizarras agrícolas además de riachuelos y lagos de diverso matiz hasta llegar al punto más alto de la expedición, ubicado a 5.100 msnm.
El turista puede disfrutar de la extraordinaria experiencia de acampar en la altura y también tiene la oportunidad de conocer el místico poblado de Curva, donde habitan los famosos curanderos indígenas, kallawayas.
Otra fascinante opción en La Paz para quienes disfrutan del ‘trekking’ es visitar el parque nacional Tuni Condoriri. Esa gigante montaña con forma de cóndor atesora lagunas de agua transparente y una diversa fauna andina, entre ellas llamas, alpacas, vizcachas, huallatas y patos. La caminata se inicia a 4.300 msnm y llega hasta los 4.600 msnm. A su paso se pueden observar los nevados de la Cordillera Real y tres lagunas de singular belleza.
Aprovechando la estadía por la ciudad sede de gobierno, también se puede realizar una excursión por el Cañón de Palca, un conjunto de formaciones rocosas monumentales de hasta 200 metros de altura, ubicado en la zona sur. Allí se hacen caminatas de entre dos y cuatro horas.
Otro de los sitios que promete una experiencia alucinante para el viajero es el Camino del Inca que se lo puede recorrer por dos rutas: Choro y Takesi. La travesía Choro, se inicia en una cumbre situada a 4700 msnm y deja ver a su paso varias ruinas precolombinas. Entretanto, la ruta del Takesi, permite conocer el camino que unía la zona montañosa del altiplano con los valles templados y llanos amazónicos
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