Las casas de la cultura de los municipios de Totora y Punata, con un importante legado arquitectónico, se han convertido en los mejores ejemplos de intervención patrimonial en el departamento. La restauración se concretó con el apoyo del Programa Integral de Rehabilitación de Áreas Históricas de Cochabamba (Prahc) de la Universidad Mayor de San Simón (UMSS).
La directora del Prahc, Marina Sturich, contó que la intervención en Totora comenzó después del terremoto que afectó el municipio en 1998, cuando el pueblo se encontraba en ruinas. El libro “Estudio y Rehabilitación del Patrimonio Construido” resumió esta experiencia.
Totora
El proceso de restauración no se limitó a la revitalización de la infraestructura; sino que se centró en el valor y la función que la gente le asigna al lugar. Marina Sturich expresó que la concepción de patrimonio tiene que ver con “todo aquel bien que tenga algún valor otorgado por la gente, la sociedad”. De ahí la importancia de darle funciones sociales para que “la población pueda apropiarse y cuidarlos”.
La casa de la cultura de Totora conserva hoy en día su estilo neoclásico, contiene arcos ojivales, balcones con hierro forjado y puertas y ventanas de madera. El diseño arquitectónico de la intervención estuvo a cargo de Ana Corina Espinoza, la supervisión de Marina Sturich y el asesoramiento de Luis Prado. Este último, además, participó en la recuperación de las áreas patrimoniales de Potosí.
La casona fue construida en el siglo XVII, según los estudios arqueológicos. Sirvió como base de los oficiales reales, en la colonia, que controlaban el “Quinto real”. También fue utilizada como casa Consistorial en 1912 y como escuela.
La intervención de la estructura, deteriorada por el sismo de 1998 y el olvido, contempló la “consolidación estructural del edificio” con protección antisísmica, la obra gruesa con materiales reciclados y la recuperación del entorno. La segunda fase del proyecto, hasta el 2002, contempló la obra fina.
Los trabajos fueron elaborados siguiendo normas internacionales de conservación en función al respeto de los espacios y elementos originales. Esto incluye la “refuncionalización” para el uso de actividades culturales, administrativas e incluso de cafetería y biblioteca.
Hoy, el área es el escenario principal del Festival Nacional del Piano, considerado parte del patrimonio turístico de Totora, en el conosur del departamento.
Tarata
Después del trabajo realizado en Totora se inició la restauración de una casona del siglo XVIII, ubicada en de Tarata. El trabajo fue realizado entre 2000 y 2003 por gestiones de la alcaldía, la exprefectura y el Prahc.
El inmueble fue utilizado por familias tarateñas. Posteriormente, sirvió como palacio de justicia, subprefectura y tras varias modificaciones arquitectónicas como Dirección de Policía.
El diseño arquitectónico estuvo a cargo de Nelson Antezana con el asesoramiento de Prado, en una primera fase. La segunda etapa fue dirigida por Carlos Guzmán, con el asesoramiento de Prado.
Después de la intervención, la edificación fue “revalorizada” y es utilizada para actividades culturales, comerciales e incluso gastronómicas.
Para la directora del Prahc, ambas experiencias asumidas, desde la academia y la investigación, son ejemplos que demuestran que “sí se puede recuperar” edificaciones a partir de la revalorización de los espacios patrimoniales por parte de la gente.
Legado
Para Sturich, el patrimonio “es todo aquel bien que tenga algún valor otorgado por la gente”. Ante ello instó a perder el prejuicio de que sólo lo colonial se protege. “Antes se pensaba que para ser patrimonio tenía que ser colonial o anterior y los demás no era patrimonio. Las miradas sobre qué es y no patrimonio tienen que abrirse”, afirmó.
Consultada sobre las acciones que se deben aplicar para garantizar la preservación del patrimonio aseguró que estas requieren “del consenso social sobre la función de ese bien. De darle funciones sociales para que la gente pueda apropiarse de ellos, lo que va a garantizar entre comillas que se lo cuide”.
Aseguró que existen experiencias en otros países relacionadas con el tema impositivo; sin embargo, aseguró que cada realidad es distinta por lo que no existen “recetas”, para trabajar en la protección del patrimonio.
DEMOLICIONES
110 Edificaciones con valor patrimonial fueron demolidos en los últimos 45 años en la ciudad, según la arquitecta Patricia Dueri.
EDIFICACIONES
43 Infraestructuras patrimoniales fueron destruidas sólo entre 2010 y 2014, en la ciudad de Cochabamba.
PRIMERA DEMOLICIÓN
1953 Fue el año durante el cual el templo de La Merced, considerado monumento nacional, fue demolido en el centro de la ciudad.
PRESENTE GESTIÓN
3 Estructuras patrimoniales fueron derrumbadas en lo que va de la gestión 2014 en las calles General Achá, Junín y San Martín.
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