En los cuentos de ciencia ficción se relatan lugares maravillosos, fantásticos y únicos que quizá solo están presentes en el imaginario humano, sin embargo, en el Planeta Tierra existen lugares con esas características que pocos tienen la fortuna de conocerlos.
Uno de esos tantos sitios está en el departamento de Oruro, en el municipio de Curahuara de Carangas a 300 kilómetros aproximadamente al Noroeste de la Capital del Folklore de Bolivia. Al llegar al municipio mismo, tres kilómetros aproximadamente y más al Sur, se encuentra Kalachua, un lugar rocoso, pero a su vez extraño.
Vista de lejos parece simplemente una formación de rocas gigantescas que data de tiempos inmemoriales y que a la fecha no se establece con certeza, cómo se formaron o qué cultura habitó en ella, pero lo único que es seguro, es que fue la madre naturaleza que los formó.
Al pie de este espectro se puede divisar pequeñas cuevas y senderos que si se los sigue, principalmente el que va hacia el Sur, permitirá llegar a un sitio místico, un templo construido no por la mano del hombre, sino por la naturaleza misma.
La caminata no es tan fácil, tiene su grado de dificultad, subidas y bajadas empinadas y otras planas. El paisaje es único, ya que el caminante tendrá como testigo mudo a rocas gigantes, de todos los tamaños y formas inimaginables, con ángulos perfectos, como si algún ser humano las hubiese cortado con precisión, hecho que obviamente no ocurrió.
El eco es un aditamento especial de la travesía, ya que la formación de esas rocas permite que el sonido de la voz humana se propague, no solo con fuerza, sino también con resonancia.
Durante el recorrido se debe pasar por el medio de un par de rocas verticales, que hacen una especie de pequeño túnel. Si la persona es obesa, es mejor que ni intente transitar por allí, porque se quedará en medio de ellas.
TEMPLO
Una vez vencido el obstáculo, el sendero conducirá hasta un templo natural, cuya energía se sentirá con mucha fuerza. La base de este lugar sagrado construido por la naturaleza es roca, pero también existe arena y que en tiempos de lluvia se convierte en un riachuelo.
Como en la antigüedad, los templos de culturas anteriores siempre tenían en la puerta dos guardianes, sean estas efigies, representaciones de personajes o semidioses de acuerdo a sus creencias.
En Kalachua se encuentran esos guardianes y cuyo ingreso principal está en la parte Sudoeste. Son dos rocas enormes que custodian el lugar, pero como el ingreso es por la parte Noreste, prácticamente esos custodios quedan un tanto desapercibidos.
La pregunta surge aquí: ¿Por qué se considera un lugar místico o templo natural?, la respuesta es bien sencilla, ya que allí confluyen los cuatro elementos de la naturaleza, el fuego, el aire, la tierra y el agua, además hay un hecho preponderante, lo reiteramos ahora, el templo fue construido por la naturaleza.
Los elementos mencionados están representados por enormes rocas en forma de cabezas de animales que cuelgan de otras, conocidas también como "tótem animal" y se unen visualmente en cuatro puntas, que solo al estar en el lugar se puede apreciar con toda su magnificencia, no precisamente como el templo de la película hecha por Luc Besson en 1997 "The fifth element" (El quinto elemento) y protagonizada por Bruce Willis, Gary Oldman, Milla Jovovich e Ian Holm.
CARACTERÍSTICAS
Sus características son muy propias de esta parte del mundo. Una vez al centro de la unión visual de estas cuatro puntas se identifican a los elementos.
En la parte Norte está el toro, cuyo elemento es la tierra por ser el animal que constantemente trabaja en ella mediante el arado, su significancia es también prosperidad, estabilidad y fuerza.
En el sector Sur está el puma, si se mira con atención, tiene la cabeza de este animalito que habita en el altiplano orureño; en otras culturas se representa también por el león, cuyo elemento es fuego, su simbolismo es la energía, la pasión, la iluminación.
En la parte Sudeste está lo que llegaría a ser un águila, sin embargo, desde la posición de la toma fotográfica es poco perceptible, ya en el lugar se puede divisar e identificar con mayor precisión. Su significado es la mente, las ideas, el pensamiento.
Finalmente, en la parte Noreste, está una piedra en forma de cetáceo, lo que llegaría a ser el elemento agua, pero, lo que llama la atención, es que en la misma roca, en su parte inferior se puede divisar la formación de un delfín, por lo menos con la gran parte de su cuerpo, que de acuerdo a las culturas antiguas el delfín es la representación de este elemento. Su significado son los sentimientos, la adaptación y la conexión con el mundo de los sueños.
En el lugar se tiene una paz indescriptible, se respira un aire a pureza y se pueden escuchar los latidos del corazón en conjunción armoniosa con los ruidos que ofrece la naturaleza.
Allí también hay cuidadores naturales, son las vizcachas, animalitos parecidos a los conejos, solo que con colas largas, hacen vigilancia de ese lugar sagrado y ven a los extraños como una amenaza. Se quedan contemplándolos hasta que se vayan.
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