Subastan experiencias turísticas exclusivas

Si se subastan obras de arte y productos de colección, como hace la reconocida casa británica Sotheby’s, ¿por qué no podrían subastarse también experiencias turísticas exclusivas, viajes de lujo y estancias inolvidables, que bien podrían ser considerados como auténticas joyas y tesoros del buen vivir?
La plataforma BidAway demuestra que la respuesta es afirmativa y que esta innovadora idea puede hacerse realidad, y tener éxito, gracias a las nuevas tecnologías y al interés de la gente en disfrutar de lugares y momentos dignos de un "gourmets del turismo” a precios asequibles.
BidAway, una empresa tecnológica de subasta de habitaciones de hoteles de lujo y experiencias turísticas únicas, que comercializa el excedente de capacidad con proveedores de alto standing de la industria turística y de ocio y entretenimiento, ya opera en Europa, ha comenzado su expansión en América y prevé iniciar sus operaciones en Asia en 2016.
"BidAway es un sitio web que vende mediante pujas estancias en habitaciones en hoteles de cuatro y cinco estrellas, y viajes y experiencias turísticas de lujo, permitiendo a sus usuarios -que actualmente son ya más de 100 mil- determinar cuánto quieren pagar por ello, de una forma sencilla e intuitiva”, explica Luca Carlucci, director ejecutivo (CEO) y cofundador de BidAway.
Según Carlucci, el funcionamiento de este sistema es sencillo: "El usuario entra a la web, donde se presenta una serie de ofertas, que se van renovando periódicamente y sobre las que se informa mediante newsletters semanales, desde cruceros, estancias en hoteles con encanto y paquetes turísticos exclusivos, hasta grandes viajes, estancias en balnearios, centros de bienestar o complejos vacacionales deportivos, pasando por lujosos casinos o campos de golf”.
¡COMIENZA LA PUJA!
"Una vez que descubre el viaje, estancia o escapada al destino que más le interesa, el usuario se registra en BidAway a través de su email o Facebook para reservar la opción elegida, y comprueba las fechas disponibles y los detalles de la oferta que le interesa. Entonces comienza la puja, propiamente dicha” explica.
"Para hacer una puja, el usuario introduce en el campo de la web, donde aparece el símbolo € (euros) o $ (dólar), el precio que quiere pagar por lo que se subasta. A continuación hace clic en el botón amarillo Pujar, confirmando su acción”, prosigue el CEO de BidAway.
Esta plataforma tecnológica funciona en cuatro idiomas y está en proceso de incorporar el alemán, y destaca también por su capacidad de gestión multimoneda, ya que posibilita tanto pujas en euros como en dólares.
Según este profesional, en cada subasta aparece la indicación Tiempo para pujar, que es una cuenta atrás que indica el tiempo restante para que finalice la subasta y "durante este espacio la subasta está activa y se puede participar pujando cuantas veces se quiera; hacerlo es totalmente gratis”.
"Mientras la subasta está activa, el participante puede ir revisando el historial de pujas para saber si otros usuarios han sobrepasado la suya, de lo cual también puede ser notificado por email”, destaca.
Carlucci explica que la función Establecer tope de puja permite a la pujadora o pujador fijar el precio máximo que está dispuesto a pagar por lo que se subasta, y gracias a ella, sus apuestas se irán incrementando automáticamente en 1,3 dólares cada vez que alguien la supere, hasta llegar al precio prefijado. De esta forma, el usuario no tiene que estar pendiente de las ofertas que se van realizando.
"La gran mayoría de las campañas empiezan a precios desde 1,4 dólares. Una vez ganada la puja, el cliente puede decidir la duración de su estancia, disponiendo de 48 horas para pagarla”, indica.
Adicionalmente, BidAway da la opción de "comprar ahora”, a un precio reducido y muy competitivo las distintas propuestas que aparecen en el sitio web, para quienes no pueden esperar a disfrutar de sus escapadas o vacaciones.
De acuerdo con Carlucci, sólo se paga si se gana la subasta y, al finalizarla, el mejor postor recibe un email de confirmación con un link para hacer su reserva, pudiendo elegir hasta tres noches disponibles consecutivas para la estancia, que pagará al precio pujado, con la posibilidad de marcar las fechas según su disponibilidad.
LA SOTHEBY’S DEL TURISMO
"En el caso de cruceros o grandes viajes, el número total de días viene marcado claramente en la descripción”, completa.
"Las herramientas disponibles en BidAway permiten a los usuarios buscar, seleccionar, pujar, comprar y pagar de forma totalmente online y la disponibilidad de los proveedores se actualiza en tiempo real, al igual que la información sobre las pujas y los precios que quiere pagar cada cliente”, recalca.
"Hemos vendido un camarote de un crucero que costaba 3.300 dólares por 410 dólares más tasas”, señala Carlucci.
Otros ejemplos de cuánto se puede ahorrar mediante las pujas online son: un minicrucero de tres días por el Mediterráneo, con un valor de 279 dólares, acabó siendo adquirido por 27; una estancia en hotel de cinco estrellas superlujo, con un valor de 400 dólares, finalizó al precio de 122 dólares; o una estancia en Budapest de tres noches, en el Hotel Marriot de cinco estrellas, más traslados, visitas y entradas, valorada de 950 dólares, se adquirió en sólo 409.
Para Carlucci, apodar a BidAway como la Sotheby’s del turismo "es un paralelismo adecuado, aplicable tanto a los proveedores como a los clientes”, con el agregado de que "es la primera vez que se empodera a los clientes para poder decidir el precio que quieren pagar por sus vacaciones”.
Respecto de la presencia de BidAway en América, explica que en el caso de los clientes, "es el único modelo en el que ellos pueden decidir el precio final que van a pagar y por ello la aceptación está siendo muy buena”.

"El mercado americano es mucho más maduro en internet, sobre todo en viajes, por lo que la implantación será relativamente sencilla, aunque algo más lenta, ya que existen gigantes del sector con una cuota de mercado muy importante”, finaliza Carlucci. (EFE Reportajes)

En América, BidAway es el único modelo en el que los clientes pueden decidir el precio final. El mercado americano es mucho más maduro en internet