Es la Hija Predilecta de Bolivia, tiene el salar más grande del mundo, fue un centro ferroviario y punto clave del transporte de mineral en Bolivia. Un día como hoy, hace 125 años, el 11 de julio de 1889, fue fundada la ciudad de Uyuni.
En las últimas tres décadas el turismo se ha constituido en parte fundamental de su presente. Uno de los hombres que marcó el inicio de esa actividad es Tito Ponce.
Licenciado en turismo y fotógrafo, Ponce ha sido uno de los protagonistas e iniciadores, junto a otros, de la actividad turística a finales de la década de los años 80.
Las sendas y rutas que hoy miles de visitantes transitan, los paisajes y lagunas fotografiadas cientos de miles de veces, eran antes un misterio oculto al que sólo unos cuantos visionarios de la zona del salar se animaban a recorrer. Ellos vieron su potencial como atractivo mundial.
"Me impactaba ver la Laguna Verde, la Colorada, la Celeste y el salar (...). En aquella época cuando yo les decía a las personas sobre la importancia del Salar de Uyuni, me decían ‘hace mucho frío, no hay cómo orientarse’. Ni siquiera había muchas movilidades” recuerda Ponce.
Cuenta que por aquella época los turistas llegaban al salar dos o tres veces al año.
Ponce se estableció en Uyuni hace más de 40 años y encontró a otros que como él pensaban y hacían algo para desarrollar el turismo en Uyuni. Entre ellos estaban Calixto, Rubén y Reynaldo Ignacio, además de los hermanos Jaime y Elías Cruz. Los últimos bautizaron el lugar conocido como Cáscara de Huevo en el Salar de Uyuni.
Nacido en Oruro, conoció Uyuni y el salar a los ocho años durante un viaje con sus padres, casualmente el mismo año en que su padre le regaló su primera cámara fotográfica.
Inicio y vida en la sal
Sus inicios como guía los vivió a los 13 años, cuando estaba de paso en esa ciudad. Un viajero le pidió que le indicara el camino para cruzar el desierto blanco y llegar a Chile. No dudó un segundo.
Recuerda que a inicios de la década de los 90, con el tema de la relocalización, mucha gente dejó Uyuni, las casas se ponían a la venta a precios irrisorios.
Él y otras personas hacían incursiones al salar pese a la oposición de la misma población.
La única ruta turística que había era la Isla del Pescado, Laguna Verde y Laguna Colorada. Se iba y retornaba por el mismo camino, no existía un circuito.
Los Ignacio, los Cruz y Ponce tenían un conocimiento muy particular de las corrientes del viento y la forma de orientarse a partir del mismo. "Si hay una tormenta siempre hay que ir a favor del viento, eso te llevará fuera del salar”.
La investigación para establecer lo que serían los circuitos del salar se hacía en bicicleta, no se podía ir en automóvil ya que se corría el peligro de hundirse si se llegaba a un área en donde la costra de sal fuese delgada.
Teniendo aventuras y experiencias en el salar aprendieron que de noche hay que quemar alguna prenda para ser visto a lo lejos, lo mismo que de día es útil un espejo.
Ponce, con el apoyo de las autoridades y guías de la época, estableció varios circuitos para visitar aquel lugar que parece estar fuera de la Tierra. La ruta de los volcanes, de las lagunas, de joyas altoandinas, del intersalar, de la Pachamama, de los salares, entre otros, son algunos de esos circuitos.
Con la creación de la Secretaría de Turismo, Ponce fue director de Turismo en Uyuni. Por aquel entonces la BBC y cadenas de todo el mundo llegaron para hacer documentales.
Desde entonces, y junto a sus fotografías, viajó por el mundo mostrando ese lugar único en el mundo donde vivía
Con ellas mostraba las islas que hasta hoy no son muy visitadas, los cactus de 12 metros, la fauna y la ciudad de Uyuni. Su más reciente exposición fue Recuerdos de Acero que realizó junto a su hijo, el fotógrafo Henry Ponce.
Ha guiado a varias personalidades por el Salar de Uyuni. Una de las mejores experiencias fue cuando ingresó con el periodista Carlos D. Mesa que, al conocer el desierto de sal, le manifestó que lo único que faltaba era que Ponce le haga conocer las nubes.
Ponce lo llevó a uno de los volcanes desde donde se despedía el vapor que ascendiendo al cielo se unía a las nubes, sorprendiendo a Carlos Mesa.
Sobre la ciudad de Uyuni dice que le gustaría verla con un óptimo alcantarillado y asfaltado, además que el desarrollo del turismo no sea un asunto político. "A ello le sumaría una mayor seguridad ciudadana. Porque como yo, muchos queremos morir en esa tierra noble”.
Para Ponce, la ciudad de Uyuni y el salar son su vida, es un hombre "de sal” que se ha dejado conmover y sorprender por el espejo del cielo una y otra vez. Sabe que aún hay lugares cuya potencialidad no se ha explotado y que su historia está ligada al turismo y al litio.
Ha tomado fotografías desde los ocho años, cuando conoció la ciudad de Uyuni y el salar sin el que no puede vivir. Desde entonces y hasta hoy captura imágenes de su historia, una historia que espera sea admirada por el mundo.
Fechas importantes
Fundación Un 11 de julio de 1889 se dio a conocer la Resolución Suprema correspondiente a la fundación de Uyuni, que en su artículo primero señala "Autorízase la creación de una ciudad en el kilómetro 610 de la vía Antofagasta a Pulacayo bajo la denominación de ‘Ciudad de Uyuni’ y conforme al plano presentado y que se encuentra en este ministerio (de Hacienda)”.
La ciudad La ciudad de Uyuni fue fundada como capital de la provincia de Potosí el 20 de febrero de 1890.
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