Cada israelí que llega al país para hacer turismo, específicamente a la ciudad de Rurrenabaque, deja hasta 1.100 dólares porque gasta en alimentación y una estadía de 20 días, informó ayer la gerente ejecutiva de la Empresa Boliviana de Turismo, Lourdes Omoya.
A partir del 30 de este mes, los ciudadanos de Israel deberán presentar visa para ingresar a Bolivia. En 2012 llegaron unos 12.000 visitantes de ese país, que en su mayoría son mochileros. No arriban mediante el turismo organizado.
"Ellos (los israelíes) tienen seis meses de vacación luego de estar tres años en el servicio militar. Entonces aprovechan para viajar a Sudamérica, les gusta mucho esta parte del continente y en Bolivia se quedan hasta 20 días; en ese tiempo dejan un promedio de 1.100 dólares por turista, recursos que destinan al hospedaje y alimentación”, explicó la ejecutiva.
Omoya recordó que la región de Rurrenabaque se hizo famosa luego de que en 1981 un israelita se perdiera durante 20 días en la selva y lograra sobrevivir. Luego escribió el libro El retorno del Tuichi y fue así que esa zona se convirtió en un referente para esos ciudadanos.
El miércoles, el presidente Evo Morales comunicó la decisión de que los viajeros de ese país que deseen ingresar a Bolivia deben tramitar una visa; la medida se aplicará a partir del 30 de agosto.
Paralelamente, anuló el convenio que les permitía visitar el país sólo con pasaporte. La disposición fue asumida contra los bombardeos israelíes a la Franja de Gaza.
Efectos negativos
La Cámara Nacional de Operadores de Turismo (Canotur) anticipó que la disposición aprobada por el Ejecutivo causará efectos negativos para la pequeña hotelería y los hospedajes de las provincias del norte de La Paz, Rurrenabaque, Yungas y el Salar de Uyuni.
"Estamos en la temporada más alta de ingreso de israelitas, que llegan al país entre junio y septiembre. Habrá un efecto negativo del 15%”, calculó ayer el vicepresidente de Canotur, Julio Peralta, en declaraciones a la red Unitel.
En comparación con Bolivia, dijo, los países vecinos que viven del turismo reciben a los viajeros bajo una política "muy abierta”. Por ejemplo, para ingresar a Perú los chinos no necesitan visa.
Peralta agregó que con la medida del Gobierno los únicos beneficiados serán los peruanos, debido a que también tienen selvas. En el país, el hecho de sólo hacer el trámite es "fatigoso” para un ciudadano extranjero.
El alcalde de Rurrenabaque, Yerko Núñez, afirmó que el pedido de visa afectará principalmente a la región, porque de todo el flujo turístico hacia esa población un 30% proviene de Israel.
"Ahora será difícil que ellos puedan venir acá, sabiendo que no hay Embajada de Israel en Bolivia y eso significa que tienen que ir a un país cercano y para eso requieren tiempo. Rurrenabaque vive del turismo. Después de tanto sufrimiento que hemos vivido con los desastres naturales este año, éste es otro golpe a la población”, lamentó Núñez en entrevista con la red ERBOL.
El flujo turístico
Ingreso Según los últimos datos publicados por el INE, a Bolivia llegaron 10.702 ciudadanos. Según representantes del sector turismo, hasta 2012 el flujo turístico fue de 12.000.
Migración En cuanto a ingresos y salidas de ciudadanos extranjeros, en 2012 el país más visitado es Perú y le sigue Argentina, Chile y Brasil, entre otros.
La historia que trae visitantes a Rurrenabaque
La región de Rurrenabaque, en Beni, se volvió atractiva para los israelitas, luego de que se escribió la historia del israelí Yossi Ghinsberg, que se extravió durante 20 días en la selva en 1981.
Yossi, luego de ser rescatado por el cazador beniano Abelardo Tico Tudela, escribió el libro Jungle (Jungla) o también conocido como Back from the Tuichi (El retorno del Tuichi), que tuvo una venta de un millón de copias.
Desde entonces, el lugar es visitado por sus compatriotas.
Según ese libro, en 1981 cuatro extranjeros iniciaron un recorrido de aventura en la región de los tacanas, se extraviaron y sólo dos fueron encontrados.
Los aventureros eran Yossi, Kevin Wallace (Estados Unidos), Karl (Australia) y Marcus Stamm, (Suiza). Luego de una semana de caminata, los dos últimos desaparecieron y los otros dos aún navegaban por el río Tuichi, pero más adelante se separaron.
Kevin fue rescatado por cazadores y dio la voz de alerta sobre su compañero perdido.
El israelí, de menos de 25 años, sobrevivió 20 días perdido en la selva, luego de que la balsa en la que navegaba por elTuichi se volcara. Se alimentó de los frutos que veía comer a los monos y de carne de serpiente. Desde Rurrenabaque se accede al Parque Nacional Madidi por el río Tuichi o recorriendo caminos, según el portal Amazonia.
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