"¿Cuando van a tener un camping en el Salar de Uyuni?”, le preguntó un cliente italiano a Aldo del Pozo, cuando en 2006 realizaba un viaje por Europa para promocionar servicios turísticos. Lo primero que pensó fue que no le interesaba el camping porque creía que ese mercado estaba constituido por "mochileros que no tenían una capacidad de gasto muy grande”.
Pero su interlocutor le aclaró que se refería a campamentos de lujo y le mostró imágenes de empresas que ofrecen servicios de ese tipo en África. "Es un camping de lujo extremo, con un servicio de primera para un mercado realmente exclusivo; así entendí el otro concepto de camping”, dice Del Pozo, que tiene una vasta experiencia en servicios turísticos.
Este operador pensó que era posible ofrecer estos servicios en el país y tras retornar, planteó su idea a la empresa en la que trabajaba, pero en ella creyeron que acampar en el salar no era factible.
Pero el emprendedor no abandonó su idea y así nacieron la consultora especializada en turismo, Altamente Califica2 y el Campamento de Lujo Tunupa (Tunupa Deluxe Camping), que está ubicado a 800 metros del borde del salar de Uyuni y a dos kilómetros del poblado de Jirira, Oruro, en las faldas del volcán Tunupa.
Quinua y camélidos
La zona se caracteriza por la producción de quinua y crianza de camélidos, pero "después de siete años ha aumentado el flujo de turistas”, afirma Del Pozo, quien en un principio propuso a los comunarios hacer el negocio conjunto. Pero, como ellos están abocados a la producción de quinua, acordaron que por cada visitante, Altamente Califica2 les pagaría un monto.
Ahora, Del Pozo mantiene excelentes relaciones con los comunarios, a quienes además orientó para prestar servicios turísticos. "Ahora en Jirira hay un hotel de un comunario”, afirma.
"(En Jirira) viven diez familias, de ellas una está dedicada al turismo; los otros están con la quinua y los camélidos”.
comodidades
Para adquirir el equipo necesario para armar el campamento, Del Pozo acudió a la compañía Cabella’s de Estados Unidos, que cuenta con carpas para condiciones extremas. "Resisten todo, diluvios, nevadas”, dice.
Luego, para proveer de energía a cada carpa, el especialista en turismo extendió un cable de dos kilómetros entre el hotel de la comunidad y el campamento. Pero, no consideró el viento, que una noche desconectó el cable. Tras ello, Del Pozo adquirió un generador que funciona con gasolina y lo instaló a 800 metros de las carpas.
El agua necesaria se obtiene de pozos de la comunidad y se almacena en bidones, e incluso en un termo que mantiene el agua caliente. Para la limpieza se utiliza un jaboncillo ecológico que no contamina el suelo.
Todo se realiza con respeto a la naturaleza, afirma el fundador de Altamente Califica2. "Por ejemplo, los baños funcionan con químicos que destrozan absolutamente todo y lo convierten en líquido que puede manejarse fácilmente”, explica.
Para combatir las temperaturas frías, los clientes tienen a disposición frazadas eléctricas y en cada carpa hay un sistema de calefacción que funciona con carbón.
Exclusividad
Cuando el campamento estaba listo, Del Pozo se dirigió a la empresa en la que trabajaba y ofreció el servicio para los turistas extranjeros. Los ejecutivos visitaron el Tunupa Deluxe Camping, quedaron satisfechos y establecieron un acuerdo de exclusividad.
Desde entonces, proporciona sus servicios con exclusividad a los clientes de Crillón Tours. Los turistas que demandan este servicio provienen principalmente de Italia, Inglaterra, Australia, Colombia y Canadá.
Cada mes, Tunupa Deluxe Camping recibe al menos a dos o cuatro visitantes y en temporadas altas hasta ocho, que es la capacidad óptima para mantener un servicio de calidad.
Aventura
Los pasajeros son trasladados hasta Jirira en vehículos 4x4 Land Rover. "Nosotros vamos un día antes a armar el campamento y el pasajero llega y está todo armado”, dice Del Pozo.
Los visitantes llegan al campamento entre las cuatro y cinco de la tarde y antes de la primera salida al salar, toman un café y reciben una explicación sobre el funcionamiento del baño, el manejo del agua y el funcionamiento de las frazadas eléctricas.
Luego, entre las seis y siete de la tarde, ingresan al salar.
"El sol se esconde y el salar empieza a cambiar de color, por lo que los turistas vuelven shockeados”, dice. Después, los visitantes retornan al campamento donde les espera una cena preparada por un chef de Altamente Califica2.
Luego de reponer energías, los visitantes nuevamente salen al salar. "Se sientan en sillas reclinables, ven el cielo y las estrellas y enloquecen”, afirma Del Pozo, quien aclara que un guía muestra a los visitantes las constelaciones andinas y griegas.
La mayoría de los turistas se va a dormir entre las nueve a 10 de la noche, pero otros se quedan hasta más tarde contemplando la inmensa bóveda celeste. "Es impactante echarse para ver el cielo; uno se da cuenta que frente a la naturaleza el ser humano es insignificante”, apunta.
Al día siguiente, luego de que los visitantes disfrutan de un desayuno americano, hacen un paseo por el salar y visitan el volcán Tunupa, Incahuasi, Isla Pescado, entre otros lugares.
Al mediodía, los turistas almuerzan en Incahuasi y retornan al campamento para después dirigirse a un hotel de sal. El hospedaje en el hotel de sal corre por cuenta de cada turista, aclara Del Pozo.
"Chile ha aprovechado”
La razón principal para armar un camping fue la idea de sacar un beneficio turístico adicional al salar de Uyuni. Además, "Chile ha aprovechado y ha logrado mercadear en el mundo las lagunas Verde y Colorada, junto al salar”, afirma.
Según Del Pozo, las empresas chilenas vendieron al mundo no sólo la idea de que el salar y las lagunas están en un mismo lugar, sino también que a estos lugares se accede más fácilmente por Chile, lo cual es falso. "El 80% de los turistas se va a Chile creyendo que el salar está ahí”, afirma.
"Por ello hay que crear una opción para que el turista se quede una noche más en el salar”, afirma el creador de Altamente Califica2.
La oferta se amplía al mercado interno
Aldo Del Pozo ha prestado su servicio sobre todo a visitantes extranjeros, pero tras el paso del Rally Dakar, decidió ampliar su mercado y ahora lo oferta a familias bolivianas o grupos de cuatro a un costo de 150 dólares por persona.
Podrían ir hasta tres familias (12 personas), dice y aclara que esa sería la máxima capacidad que podría satisfacer. "Yo quiero que uno vaya y se sienta como un rey, con su propio chef que le atiende y su silla reclinable en el salar”, explica.
El operador espera tener clientes nacionales sobre todo en temporadas de vacaciones y de feriados largos. Sin embargo, quienes deseen ir en agosto deben saber que vientos extremos azotan el lugar.
"La carpa aguanta pero el pasajero se siente intranquilo”, dice Del Pozo, quien advierte sobre estas condiciones extremas que caracterizan al octavo mes del año, en el cual además los ingresos al salar se tornan de color café por la arena que es transportada por el viento.
Los viajeros extremos que quieran afrontar el reto y disfrutar de un viaje de aventura único pueden acceder a la web altamentecalifica2.com, para solicitar mayores detalles.
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