Pumiri, se encuentra a 15 kilómetros de la población de Turco, en la provincia Sajama, en el occidente del departamento de Oruro. Los comunarios cuentan una variedad de relatos y leyendas que se formaron en el transcurso del tiempo. En las callejuelas de piedra, se han encontrado huesos humanos y restos de animales.
Hay túneles aún no escudriñados, porque se presume que las personas que entran a ese lugar, nunca vuelven a salir. Se supone que hay agujeros recónditos por donde se puede perder. A pesar del brillo del sol, es casi imposible apreciar caminos por esas profundidades.
Las formaciones rocosas dejan entrever cabezas de gorilas, águilas, cóndores, puentes, rinocerontes y cuantas otras cosas más que, cuando uno se da la vuelta, parecería que aquellas imágenes están controlándonos, mirándonos y por esos huecos pueden salir animales.
Al costado de la Ciudad Encantada de Pumiri hay un río con agua cristalina que apaciblemente baja hasta las comunidades aledañas. Los que son amantes de la naturaleza, podrán quedarse por lo menos dos o tres horas, para descubrir rocas pulidas por el tiempo.
Para llegar a ese sitio, es preciso encontrar un camino adecuado, porque de lo contrario, las formaciones rocosas hacen imposible el libre tránsito de personas, porque parecen cortadas con una altura de diez o doce metros, donde los cóndores tienen sus nidos.
A cada paso, hay una figura espectacular. El lugar tiene una extensión de por lo menos mil metros de rocas fantasmagóricas que se levantan permanente para llamar la atención de los turistas.
El camino es accesible para llegar a ese lugar. Los 115 kilómetros son pavimentados para llegar primero a Turco, siguiendo por el camino Oruro-Pisiga y para tomar un desvío por la población de Ancaravi, hacia el oeste.
Un día de campo es ideal para descubrir la maravillosa formación de Pumiri, que se ha convertido en una famosa atracción de la naturaleza. Sin embargo, hay que tomar los recaudos necesarios para ingresar al lugar, utilizando sogas de seguridad, para no caer en los agujeros o para no tropezar con animales que viven en las profundidades.
LEONES DE PAZÑA
El departamento de Oruro, en el otro lado, también tiene cabezas de leones nítidamente identificadas, un kilómetro antes de llegar a la población de Pazña, ubicada a 78 kilómetros al Sur de la ciudad de Oruro.
El lugar también fue considerado encantado. Se puede apreciar fácilmente los ojos, la nariz y las orejas de los leones, con una apreciable melena en su alrededor, de un tamaño gigantesco, que llama la atención de los pasajeros que tienen el objetivo de viajar desde Oruro a Potosí.
Los habitantes de Pazña siempre saludan a las tres cabezas diseñadas por la naturaleza. “Mis respetos, cabeza de león”, se escucha decir a quienes pasan por ese lugar, al lado derecho de la carrera, con dirección al Norte de esa comunidad.
Según la leyenda, si no se saluda a los leones, pueden ocurrir accidentes, en ese lugar que es una curva y donde, a medida que se acercan los pasajeros, se ven aquellas monstruosas cabezas.
Los leones son enormes y cuando uno se acerca al lugar para lograr una imagen fotográfica, la persona aparece en miniatura.
Por eso, los dos lugares de mayor contenido cultural, con ritos y leyendas del departamento de Oruro, como son Pumiri y Pazña, son atractivos turísticos que pueden ser explotados por las autoridades del Ministerio de Culturas, para su exposición a nivel mundial.
Pazña se complementa con un balneario y las reliquias históricas y religiosas de Urmiri.
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