La zona de La Recoleta, ubicada al norte de la ciudad, es uno de los lugares más florecientes con calles llenas de locales comerciales, de oficinas, de diversión y gastronomía. Pero, su crecimiento no está acompañado de obras que potencien el turismo, ni controles de los centros nocturnos ni del tráfico vehicular. De hecho la capacidad vial de avenidas como la Uyuni se ha reducido.
La denominación de La Recoleta está vinculada a la iglesia que se encuentra en la rotonda principal. Este templo data del año 1564, su nombre significa espacio de retiro. La parroquia tiene un estilo barroco mestizo y en un inicio tenía como nombre Convento de los Recoletos, como asiento de la Orden de los Franciscanos, según el blog de turismo Bolivia en Tus Manos.
La iglesia de La Recoleta es uno de los lugares más importantes de la zona por su importancia histórica y arquitectónica. Del mismo modo el pasaje Bulevar, un espacio peatonal que durante el día invita a tomar asiento por un momento para disfrutar de la paz y sombra de los árboles. Pero, por la noche, se transforma.
Los fines de semana, cientos de jóvenes frecuentan las discotecas, karaokes y bares del Bulevar. Sin embargo, en muchos casos se exceden en el consumo de bebidas alcohólicas. En la madrugada, los ebrios duermen en lotes baldíos y hacen sus necesidades biológicas en las aceras.
Los vecinos contaron que en muchos casos los delincuentes llegan para aprovecharse de las personas alcoholizadas y robar sus pertenencias porque nadie controla. A ello se suma que debido a las actividades, existe un gran caos vehicular que complica la transitabilidad, especialmente de los peatones. Esta situación se complica aún más en la noche, cuando se levantan las restricciones y las personas estacionan sus autos en la avenida Uyuni en doble fila e incluso en las aceras y pasos a desnivel.
OPINIONES
Anabel Zurita, comerciante
“Es peligroso con tanto borracho”
Falta mucho por hacer, especialmente en las noches, porque es peligroso con tanto borracho y maleante que camina. El otro día salió una chica mareada y unos chicos se estaban aprovechando y nadie hacía nada. A veces vienen autoridades de la Alcaldía, miden un rato algunas cosas, pero luego se van y no hacen nada con el paso del tiempo para mejorar .
Fabiola Díaz, comerciante
“Nos visitan turistas, vienen por salteñas”
Hace como un año trabajo por la zona y veo que sí se cuida de vez en cuando, al menos las plantas. La queja sería con las aceras que se están levantando y eso sí que no cuidan mucho. No vengo en las noches, pero por la mañana puedo decir que es tranquilo nomás. Nos visitan varios turistas, más que todo españoles y americanos que vienen por salteñas.
Juana Murillo, comerciante
“Todo estaba abandonado”
Hace 39 años estoy por la zona. Ha cambiado mucho, todo estaba abandonado y lleno de piedras, la iglesia se mantiene.
En realidad, en esta parte de la rotonda tratan de hacer mantenimiento a todo. Ha mejorado, aunque faltan cositas, pero he visto que todo está bastante mejor el barrio y hay mucha gente.
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