Entre mil doscientas metrópolis, La Paz fue electa Ciudad Maravilla del Mundo por la Fundación New7Wonders. Comparte este título con otras seis urbes ubicadas en diferentes meridianos del planeta Tierra.
A los segundos de su nominación, nuestro país festejó tan honroso sitial. La Ciudad Maravilla rebosó de entusiasmo; los habitantes renovaron su admiración por tan espléndida metrópoli y los políticos en campaña reclamaron parte del triunfo.
Pero, ¿qué tiene La Paz de especial para lograr tan altivo título? Originalidad, creatividad y además una soberbia historia, una identidad que nos remonta miles de años al pasado telúrico y que, sin embargo, está presente cotidianamente en las calles, en los rincones más alejados, en los cerros que la circundan, en la gente que camina a prisa, sin dejar de admirar día a día el Illimani y por las noches, el mundo de arriba, en el cual las estrellas parecen estar al alcance de nuestras manos.
VISTA TERRESTRE
En América Latina, con algunas excepciones, la ciudad de La Paz tal vez sea única por su geografía pues, está prácticamente cercada por el sistema cordillerano. A simple vista, destacan las montañas Illimani, Mururata, Wayna Potosí y otras elevaciones con sus picos nevados y un mundo de nubes.
Esta es la visión que tenemos desde tierra y apenas subimos cualquier calle empinada de nuestra Ciudad, cambia el panorama y así, cada día descubrimos nuevos enfoques paceños.
VISTA AÉREA
Subiendo una colina, por ejemplo el Montículo, La Paz muestra sus grandes y pequeños barrios y alcanzamos a divisar desde los edificios un panorama espléndido, bañado por luces y contraluces que le dan a quien vive en este suelo, la sensación de que el territorio paceño tiene además de estos atractivos, el misterio que viene desde la etapa precolombina y que aún se manifiesta en toda su integridad.
Desde el teleférico, en sus tres versiones, el paisaje cambia totalmente. Surgen las colinas repletas de viviendas y la vista juega con las avenidas y calles que dibujan figuras geométricas.
Pero, lo más interesante es apreciar los techos de las casas paceñas que siguen la curvas de nivel de los cerros y que semejan escalinatas sin fin, trayéndonos quizás un mensaje del símbolo escalonado de ´Tiwabaku.
Los techos paceños también cambian de acuerdo a las zonas, igual que las fachadas. Hay techos pobres, techos medianos y techos hermosos que, desde tierra no se aprecian como en la vista aérea.
LA GENTE
Sin lugar a dudas, lo que cooperó a que La Paz sea una de las Siete Ciudades Maravilla del Mundo, es su gente. Su manera de vestir, de imponer su visión diaria de la vida, su lucha por mejorar económicamente y su ambición de que, en la familia, sumen los jóvenes profesionales para el bien de la sociedad.
El tesoro más grande que tiene nuestra inclita ciudad es la gente que siempre está buscando enfoques nuevos para sobrevivir y esta característica ha impuesto en nuestro país, un sistema de sana competencia.
La Paz, realmente es una maravilla y es nuestra. Es la imagen de Bolivia que se impone en el mundo.
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