Uno de los eventos más importantes que vivió la población de Uyuni desde el sábado por la noche hasta la madrugada de ayer fue la ansiada, histórica y maravillosa salida de los autos del Rally Dakar 2015, por la octava etapa de esta impresionante competencia internacional que ha dejado perplejo al mundo no solamente por la magnificencia de este recurso natural, colmado de un gigante salino, sino particularmente por la calidez de su gente y el cariño por este espectáculo turístico y deportivo, que se vive aún en el país.
Ni bien los organizadores confirmaron que la salida de los autos sería desde el mismo Salar de Uyuni, que por cierto es la primera vez que ocurre en el historial de esta competencia, más de cino mil personas locales y foráneas, incluidos los trabajadores de la prensa nacional e internacional, empezaron un verdadero éxodo gigantesco desde el mismo municipio de Uyuni hasta el de Colchani, a unos 35 kilómetros, lugar donde comienza el mar de sal que parece unirse con el cielo en el horizonte.
Eran las once de la noche del sábado, cuando una marea de más de dos mil autos comenzó el recorrido de Uyuni hacia Colchani. Autos con la bandera y la wiphala bolivianas, gente coreando en alto el nombre de los competidores nacionales como Marco Bulacia, quien ocupó el puesto 37 en la séptima etapa; o Wálter Nosiglia, que corre con su cuadra Honda y con la número 283 se mezclaron en la oscuridad del gigante salar por más de dos horas de viaje hasta llegar a la rampla oficial de salida. Lamentablemente, por la ausencia total de los organizadores del Ministerio de Culturas, que debieron guiar el recorrido, más de cien periodistas se extraviaron por buscar el lugar de la partida.
De todas formas, llegando al mismo salar, a las tres de la madrugada de ayer, se observó una marea de personas y autos de toda marca y modelo a la espera de la largada de Uyuni, que comenzó a las 06:30. Pilotos como el catarí Nasser Al Attiyah, el argentino Orlando Terranova, el vigente campeón Nani Roma o el boliviano Marco Bulacia lideraron la salida.
Helicópteros y un dron en la salida
Una marea humana, de aproximadamente cinco mil personas, se apostó en las orillas de la rampla oficial de la salida de los autos en pleno Salar de Uyuni esperando impacientes ver correr a los competidores de este Dakar 2015.
La partida tuvo como condimento adicional la presencia de cinco helicópteros que monitoreaban permanentemente la competencia y la seguridad de los fanáticos, además de un dron que capturaba imágenes para la transmisión de esta carrera por las cadenas nacionales e internacionales.
El momento cúspide de la salida de los autos, fue cuando el piloto boliviano Marco Bulacia partió rumbo a Iquique ante los aplausos y los gritos de la gente, pidiéndole que continúe la competencia y que su presencia hace sentir a los nacionales más bolivianos y orgullosos que nunca.
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