La guarida perfecta en pleno Sajama

Este fin de semana acompañado de feriado, 25 personas que hicieron sus reservaciones hace por lo menos un mes, disfrutan de las bondades del Servicio Turístico Alojamiento y Restaurante Sajama, en pleno corazón del Parque Nacional Sajama.
Eliseo Álvarez y su familia pusieron la piedra angular de este negocio, hace 10 años, sin darse cuenta. Este padre de dos hijos quería construir una pequeña vivienda para guarecerse del frío, que allá puede alcanzar incluso los 14 grados centígrados bajo cero, en invierno, y optó por hacer una vivienda de adobes con techo de paja y troncos, como acostumbraban en el pasado sus padres y abuelos.
A pedido del público
"Antes, los techos eran las chujllas (paja y madera de árbol de queñua), me he inspirado un poco con el adobe; con techos de bóveda armé una habitación pequeña y me salió bien”, describe Eliseo al hablar de los inicios de su empresa.
Cuando turistas y guías vieron su construcción, el diseño les llamó la atención y comenzaron a pedirle que los alojara. Así, Eliseo, dos a tres años después de la edificación de la primera habitación, comenzó a brindar hospedaje a los visitantes.
Para acrecentar su emprendimiento, al ver su éxito, Eliseo buscó consejos de arquitectos para hacer un buen diseño. "Así surgió la idea que actualmente es el alojamiento y el restaurante. Empecé a construir las habitaciones de una en una y, cuando ya tenía más, mi negocio se hizo noticia”, narra el emprendedor.
Experiencia previa
Álvarez, igual que sus padres y abuelos, es oriundo de Sajama, con una identidad fuertemente arraigada en su tierra. Allí creció y uno de sus primeros trabajos fue el de guía de montaña; luego laboró como guardaparques de aquella reserva nacional, a la cual conoce como la palma de su mano.
"Cuando era guardaparques tuve la oportunidad de viajar a varios lugares. Estuve por Ecuador y Perú y vi que el turismo es una gran alternativa para el desarrollo de las comunidades”, afirma Álvarez. Esa experiencia previa es el puntal de la empresa que administra junto a su esposa, Ana Calle. También cuenta con el apoyo de sus hijos Larissa y Erlan, su madre, Sofía Nina, y algunos familiares.
Entre mayo y julio, el Alojamiento y Restaurante Sajama tiene los 25 cupos llenos todos los días. Y cuando es época baja en turismo, el restaurante, con capacidad para 40 personas, tiene la preferencia de los visitantes esporádicos.
Una noche en el alojamiento de los Álvarez Calle tiene un costo mínimo de 60 bolivianos por persona; hay habitaciones simples, dobles y triples, todas con baño privado y agua caliente. Dentro de las piezas, la temperatura oscila entre los siete y ocho grados centígrados sin calefacción, algo invaluable en un sitio que llega a un máximo de sólo cuatro grados. Si se consume del restaurante, el costo diario puede llegar a 120 bolivianos, con habitación incluida.

Desde La Paz se puede llegar hasta en cuatro horas en vehículo particular y, si hay gente que viaja en transporte público -en flotas que van a Chile-, es recogida del desvío a Sajama por el servicio de Eliseo. Los interesados pueden llamar al 71509185, escribir al correo electrónico eliseosajama@hotmail.com o ingresar a www. hostalsajama.com

Inversión e innovación para mejor calidad

Como parte del crecimiento de su empresa, Eliseo Álvarez realiza una serie de inversiones en la ampliación del alojamiento y la renovación de utensilios y mobiliario. Esto permite no sólo mejorar aún más la calidad de su servicio, sino que sirve de modelo para negocios parecidos al suyo que comienzan a surgir.
Instalará calefacción a leña en el restaurante y, si es posible, calefacción ecológica en las habitaciones, con diseños acordes al entorno.
Otros sajameños, al ver el emprendimiento de la familia Álvarez, decidieron ofrecer servicios similares, y varios de ellos contaron con los consejos de Eliseo. Él indica que le gusta ayudar y no tiene problemas en cooperar con sus vecinos, pues así se apoya al desarrollo del lugar.