De cerca no se puede evidenciar esta figura, pero sí de lejos, la curiosidad de conocer esta región, justamente nació en el particular nombre.
Esta fisonomía y con el fondo del lago asume un contraste espectacular con el celeste del agua del lago Titicaca, pues a la distancia se divisa efectivamente algo así como un dragón, pero este denominativo no fue hasta que el año 2002, en una feria escolar de la región los alumnos presentaron una exposición de dibujos de su región o paisajes. Fue cuando alguien presentó el cerro en forma de Dragón Dormido y justo con este nombre –nos hubiese gustado conocer al autor de esa percepción visual que no puede ser más perfecta– que describe con exactitud a la región de Quilima.
La montaña es compartida con los comunarios de Santiago de Okola, sector que tiene la forma de la cabeza del dragón y en la figura del cuerpo está Quilima, según informan los mismos residentes, que se sienten orgullosos de esa naturaleza, además de lo que les rodea, negándose abrir el turismo en su comunidad, ya que tienen el temor de perder sus tierras ante propuestas de los citadinos.
Quilima cuenta con playas hermosas y algo mejor, el clima es fabuloso y el agua es más caliente en el lago, ni qué decir de paisajes, rocas gigantes de color verde con incrustaciones blanquecinas, muy bien reguardadas por los comunarios, y que en su momento alguna empresa intentó explotar para hacer negocio con ese hermoso material, que es único en el mundo y en la región.
Reacios a la posibilidad de un turismo controlado prefieren las visitas circunstanciales que no hagan daño a su ambiente como a los pobladores que son totalmente amistosos y generosos a la hora de compartir y conversar.
Católicos por años, la comunidad vive en medio de la playa del lago y el Dragón Dormido, entre sembradíos, pesca y eucaliptos. En la zona alta se encuentra la iglesia de la Virgen de la Asunción, donde los comunarios que están fuera de su pueblo y los residentes hacen la fiesta el 22 de agosto, según cuenta uno de los jóvenes, de nombre Willy, quien tiene pensado salir del lugar, debido a que desea ganar más dinero: “Con los sembradíos se gana muy poco, por ejemplo la papa vendemos la arroba en 20 y 25 bolivianos y en la ciudad la venden en el doble. Gana el comerciante que recoge de la carretera para revender nuestros productos a la ciudad”, comenta.
Sin embargo, se puede advertir entre los habitantes, que existen muy pocos jóvenes que según comentan prefieren salir a la ciudad o viajar al exterior y solamente retornan o bien para las fiesta o cuando sus familiares están enfermos, sostiene Willy, que tímidamente conversa con nosotros, revela que él no vive en el sector de la playa, sino a lado del cerro (hacia la cordillera).
Explica que la única actividad es la agrícola y los que están cerca de la playa a la pesca y se tiene que pagar por ese derecho a la agrupación del sector, los demás se dedican a sembrar, quinua, tarwi, haba, papa, mostacilla y otros productos.
Agrega que hay muy pocas posibilidades de progreso, especialmente para estudiar y solo queda dedicarse a la agricultura, pero hay que estar permanentemente al cuidado de los sembradíos con mucho trabajo por hacer, dejando entrever que sería preferible vivir en la ciudad ya que, según reitera, existen mejores posibilidades de ganar dinero.
DOS VISIONES
Cuando uno observa desde la parte superior de la carretera hacia la parte baja de la playa se distingue la silueta del Dragón Dormido, advirtiendo la mano de la naturaleza que hace bellezas de la piedra, tierra, vegetación y de fondo el lago Titicaca, ya que el Dragón está al borde de la playa.
De cerca se tiene otra impresión, pues visto de abajo la montaña se pueden observar inmensos cañadones de piedras medio verduzcas, un tanto extrañas, ya que tienen incrustaciones rectangulares, redondas u otras formas, como si la piedra y esos peñascos en su momento habrían sido amasadas por seres gigantes.
UNA PIEDRA MUY SINGULAR
Esta piedra tan singular de la región y en especial de la comunidad de Quilima es peculiar, porque da la impresión que para llegar a donde está ubicado, tuvo que rodar una gran distancia, pues físicamente advierte como que las incrustaciones fueron hechas de esa manera.
Gran parte del Dragón Dormido está cubierto por este tipo de piedra e incluso el color se ajusta muy bien al nombre y aunque no pudimos subir aún al Dragón, dejamos pendiente a nueva expedición, exclusivamente para escudriñar lo que nos brinda en su forma y naturaleza. Nos comentan que por lo menos entre subir y bajar es un día entero y llama la atención la arboleda que se puede observar en la parte baja. En esta ocasión, EL DIARIO presenta la primera publicación de esta incursión a esa región altiplánica. (Por: Mario Daza Castellón)
PORTAL URBANO OFRECE AYUDA A COMUNARIOS
La expedición, generada por el arquitecto Fernando Paredes, y junto a ellos el grupo de Portal Urbano, que reúne a profesionales de diferentes especialidades y enamorados de la región, en esta ocasión presentaron un perfil de proyecto a los comunarios que estuvieron de fiesta por la Cuaresma, con el fin de colaborar de manera directa con un equipo multidiciplinario de expertos y en diferentes áreas.
Úrsula Bustillos de Portal Urbano, que comanda el grupo, explicó el plan que podría ser aplicado, en caso de que los comunarios acepten el asesoramiento profesional, seguramente de mucha valía para la comunidad.
La intención de los profesionales es intercambiar conocimientos con los comunarios en muchos aspectos a resolver como, por ejemplo, optimizar el sistema de riego, la pesca, textil, agricultura y otros que de pronto deben intervenir los profesionales del Portal.
La propuesta del Portal es colaborar con profesionales de manera directa, detectando con los comunarios sus necesidades, pero que el mismo debe ser aprobado por los habitantes, dejando pendiente el tema para otra oportunidad.
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