Al borde del abismo. Si bien esta carretera tiene cerca de 85 años de haber sido construida por prisioneros paraguayos de la Guerra del Chaco, fue recién a partir de 1995 cuando comenzó a cobrar gran notoriedad. Ese año, el Banco Interamericano de Desarrollo la catalogó como el camino más peligroso del mundo.
A lo largo de esta ruta, que tiene 80 kilómetros de extensión, se pueden observar pendientes pronunciadas o curvas muy cerradas. Existen incluso algunos sectores que tienen el ancho equivalente a un solo carril lo que hace extremadamente difícil su recorrido a bordo de camiones o buses de transporte.
A todo lo anterior hay que sumar que durante la temporada de lluvias, la neblina y las mismas precipitaciones disminuyen considerablemente la visibilidad.
Adorada por ciclistas. Actualmente existe una carretera nueva para llegar a los Yungas, la misma tiene mejores condiciones; sin embargo, la “Carretera de la Muerte” no ha quedado en el olvido, más bien todo lo contrario, se ha convertido en un importante atractivo turístico que es aprovechado por ciclistas.
El circuito de “La Carretera de la Muerte” se inicia a 4.700 metros sobre el nivel del mar en “La Cumbre”, una zona desde donde se pueden observar gran cantidad de nevados y que se encuentra a cerca de 26 kilómetros de la ciudad de La Paz.
Es desde ese punto que los ciclistas comienzan el descenso a través de este camino de tierra y piedras sueltas. El recorrido es seguro para los ciclistas siempre y cuando se siga las instrucciones del guía que los debe acompañar. Muchas empresas de turismo que ofrecen este destino como paquete turístico, proveen los equipos de seguridad para los ciclistas, además el transporte de retorno a La Paz.
El recorrido concluye luego de seis horas; sin embargo tiene su recompensa porque a medida que se realiza el descenso se pueden apreciar hermosos paisajes. Existe la oportunidad de descansar en los hoteles y hostales de Coroico mientras conoce el lugar.
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