domingo, 9 de agosto de 2015
Cerro Rico: El ícono languidece
El Cerro Rico de Potosí es un símbolo de la ostentación y de la riqueza, de la explotación y de la pobreza; un ícono conocido en todo el planeta desde su descubrimiento en 1540. A pesar de haber sido sometido a una incesante depredación, se mantiene de pie. Aunque languidece y puede desplomarse en cualquier momento. ¡Urgen alternativas para su preservación!
El Sumaj Orcko representa la identidad de los potosinos, es el testigo inmutable de leyendas que surgieron en torno al cerro de plata que sostuvo la economía de los reinos de España, Inglaterra y la de Bolivia. Está rodeado de una historia regada de sangre e injusticia.
La ingente cantidad de plata y otros minerales que salieron de este magnánimo coloso, así como la historia y la cultura del pueblo que lo cobija, abrió el camino a una serie de títulos: la OEA declaró a Potosí en 1979 “Ciudad Monumento de América”; la UNESCO, en 1987 “Patrimonio de la Humanidad” y posteriormente “Mensajero de la Paz” al cerro, que desde 1999 es “Monumento Nacional” para el Gobierno boliviano.
Y a pesar de todo, este ícono corre el riesgo de colapsar en cualquier momento. Sus entrañas están tan horadadas que “quedó como un queso suizo”, grafican algunas personas, fruto de la ambición desmedida de las empresas mineras que siguen extrayendo, sin ninguna piedad, la riqueza de sus profundidades.
“La desaparición del cerro condenará a Potosí a perderse y el Gobierno y los cooperativistas mineros se convertirán en cómplices de esta pérdida por anteponer intereses económicos a los de Potosí y su gente, que podrían dedicarse a otro tipo de actividades sostenibles”, opina el estudioso potosino Gustavo Ramos.
No se sabe con exactitud la cantidad de hundimientos internos ocurridos en el cerro, pero los que llegaron hasta la superficie son tres: el que se presentó en junio de 2010; otro en marzo de 2013 y el último en febrero de este año.
Estos desmoronamientos visibles han deformado la cima del monumento nacional, plasmado miles de veces en pinturas y fotografías, que ahora luce imperfecto.
Relleno seco
Se han hecho esfuerzos por mitigar el colapso, pero el peligro acecha.
César Caballero Rosales, ingeniero en Minas y magíster en Administración de Empresas, después de poner en práctica varios métodos para rellenar los espacios vacíos del Cerro Rico, el que mejor resultado estaría dando es el de relleno seco.
Sin embargo, este método fracasó el año pasado debido al incumplimiento del Decreto Supremo 27787, que prohíbe cualquier tipo de trabajo de explotación entre las cotas 4.400 y 4.700 metros sobre el nivel del mar. Se ocasionó el colapso de la loza que vaciaron y, por ende, el relleno a echar no tenía una buena base de soporte.
“Si la explotación persiste, los hundimientos seguirán”, advierte el experto.
Algunos sectores sostienen que no serían confiables los estudios mecánicos, técnicos y geofísicos realizados en el cerro para fortificar o rehabilitar las galerías con hormigón aligerado. Pero Caballero asegura que dichos estudios sí son serios y fiables.
“Lo que hace dudar es que últimamente en el país muchas actividades u obras se efectúan solo con fines electorales o, en su defecto, para realizar entregas simuladas”, agrega el especialista.
En el caso del Cerro Rico, afirma que los soportes o rellenos no se deben realizar en galerías, sino en los espacios vacíos ocasionados por trabajos efectuados con poca asistencia técnica.
Caballero explica que, en términos mineros, los espacios vacíos se denominan “saloneos”; algunos colapsaron hasta la superficie, pero otros al interior del cerro posiblemente no estén cuantificados. “No solo es rellenar los espacios presentados hasta la superficie, también se debe rellenar los presentados dentro del macizo rocoso”.
Desde el punto de vista patrimonial, es primordial preservar la geometría del cerro efectuando un relevamiento de todos los espacios vacíos que tiene su estructura interna para devolverle la forma cónica al cerro, símbolo estampado en el escudo y en monedas de distinto valor.
Cuando se conozcan todos esos espacios recién se podrá cuantificar los volúmenes y el tipo de sostenimiento a aplicar para un relleno adecuado.
“Por eso es importante, y como primera medida para la preservación, dar cumplimiento al decreto 27787; como segunda medida, asumir el costo que lleguen a demandar los trabajos de sostenimiento indicados después de los estudios, que seguro será una inversión bastante onerosa”, dice el profesional.
EL SUMAJ ORCKO, POR DENTRO
- Actualmente explotan de forma regular el cerro 41 cooperativas mineras registradas en la Federación Regional de Cooperativas.
- Cada cooperativa tiene unos 500 socios, por lo habría alrededor de 20.000 mineros trabajando en los socavones.
- También existen otros grupos independientes trabajando en el lugar, así como personas independientes que se dedican a este rubro.
- Desde la época de la colonia y hasta principios de la independencia se contabilizaron 5.000 bocaminas; hoy en día, varios documentos indican que existen 610. De ellas, 420 están habilitadas y 120 sirven para la explotación diaria.
- Para calcular la cantidad de relleno necesario para vaciar en el cerro se deben conocer todos los espacios vacíos.
- Para un hundimiento ocurrido hasta la superficie del cerro, en forma de cono invertido y que tenía 38 metros de radio por 30 de profundidad, se necesitaba un volumen de 45.365 metros cúbicos de relleno, que llegaba a pesar 72.583 toneladas métricas.
FUENTE: César Caballero Rosales, ingeniero en Minas y magíster en Administración de Empresas
HAY RIESGO DE COLAPSO
1) La explotación continuará y empeorará el deterioro del cerro. ¿Qué se puede hacer?
El Estado debería desarrollar un programa de capacitación con visión empresarial dirigido a los mineros; una tarea ardua ya que los mineros del tipo artesanal se habituaron a recibir las minas con muchas labores ya hechas.
“La nueva minería entró en estas áreas que ya se encontraban con muchas labores construidas, la gente continuó con los trabajos y se vio beneficiada con costos de inversión en preparación y desarrollo, por lo que hasta el día de hoy les sirven las galerías de extracción, chimeneas de ventilación, galerías de desagüe y otras labores adicionales”, comenta el experto César Caballero Rosales.
2) ¿Hay riesgo inminente de colapso?
“Si no se paraliza la explotación en las cotas indicadas y no se efectúa sostenimiento en los espacios vacíos que afectan a la estructura del cerro, sí, puede colapsar, con consecuencias lamentables”.
“En mi opinión, es casi imposible no afectar a los niveles de explotación; más al contrario, para poder conseguir una estabilización perseverante y duradera, es necesaria la paralización de estas áreas”.
El cerro se explota con métodos artesanales (rajos acopio, rajos vacíos o el sircado) y las estructuras mineralizadas se encuentran entre algunos milímetros hasta centímetros. Por tanto, adecuar algún método de explotación a labores ya trabajadas en el Cerro Rico tendrá un alto costo.
Es seguro que existen zonas donde incluso no se puede ingresar, por lo que para sugerir algún método es necesario realizar trabajos de relevamiento en el interior de todo el cerro, en forma mancomunada entre los que trabajan en el montículo, el Estado y las instituciones relacionadas con la actividad minera. Una acción que llevará mucho tiempo.
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