Los últimos años se han logrado pasos importantes para que el turismo sea un protagonista en la economía nacional. Ese trabajo coordinado entre la empresa privada y el Estado ha permitido posicionar al sector como el cuarto que mayor aporte realiza al Producto Interno Bruto (PIB) aunque es evidente que aún resta mucho por hacer y mejorar.
Aunque no conocemos cifras oficiales del Instituto Nacional de Estadística (INE) en torno al movimiento económico que genera este sector, el Viceministerio de Turismo señaló que el aporte al PIB giraba en torno al 3.7%. Lo mejor es que el turismo vincula a muchos otros sectores como el de la hotelería, el transporte, la gastronomía, solo por mencionar algunos.
Otro aspecto para destacar tiene que ver con los emprendimientos comunitarios que se han implementado los últimos años. Varias comunidades y municipios están apostando por el turismo para generar sus recursos. Se han realizado importantes inversiones para hacer realidad el turismo sostenible, aquel que prioriza el uso sostenible de los recursos naturales.
Todo ello está convirtiendo a Bolivia en un país atractivo para los extranjeros. El país tiene riqueza cultural, histórica y natural, pero es necesario mejorar la calidad de los servicios y apostar por un modelo sostenible. Así la industria sin chimeneas no solo será protagonista, sino el modelo a seguir para otros sectores.
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