sábado, 7 de noviembre de 2015

El turismo comercial rompe la rutina en la fronteriza Bermejo



Bermejo es una ciudad de frontera con un movimiento permanente de personas que atraviesan el río Bermejo en chalanas o a través del puente Internacional en un interminable intercambio comercial que apenas se detiene los domingos, luego de décadas de mantener su dinamismo los siete días de la semana.

Al llegar a Bermejo, llama la atención el cambio de paisaje en el que aparecen las anchas playas del río y surgen de tramo en tramo las palmeras tropicales y los cañaverales, y por detrás la serranía completamente verde.
Una vez que se ingresa a la ciudad, el paisaje pierde importancia al llegar a la avenida Petrolera, al sector de Las Chalanas, denominado así por las barcazas que se usan para cruzar el río Bermejo con destino a La Banda, como denominan en Bermejo a Aguas Blancas, la primera población fronteriza Argentina. En el lado boliviano, las carpas azules se vuelven el color predominante que queda asociado al intenso quehacer comercial que marca los días en la zona.
Cientos de personas circulan hacía un lado y el otro de la frontera, los que vienen de Argentina son bolivianos enfrascados en la tarea de hacer cruzar pesadas cargas de alimentos, productos como la harina y el arroz, que se apilan en las orillas del río y son traídos al lado boliviano en las chalanas.
De este lado, la actividad es igual de dinámica, desde muy temprano grupos de personas de nacionalidad argentina, ligadas por vínculos poco claros, recogen mercadería, fundamentalmente prendas de vestir, zapatos, zapatillas, sandalias de procedencia china, que dos o tres grandes mayoristas traen directamente desde ese país vía Iquique.
Organizan grandes fardos que aseguran muy bien con cinta masquín y luego los trasladan a las orillas del río, al sector de los “gomeros”, un grupo de hombres que se dedican a pasar los bultos y a las personas en barcazas fabricadas por ellos mismos y que ellos impulsan caminando por el río hasta llegar a la otra orilla.
“Eso es nuestro trabajo, lo que hacen al otro lado ya no sabemos, ya no nos corresponde”, explica uno de sus dirigentes a modo de limitar a ese trecho, a través del río, la actividad ilegal que se realiza a la vista de las autoridades argentinas y bolivianas. Explica que se encuentran tramitando su personería jurídica ahora que están organizados y unidos para defenderse del maltrato de las autoridades.
Y no queda claro cuál es la diferencia entre transportarse por las chalanas o en las gomas, salvo el precio que según dice, es de 20 pesos argentinos por bulto, mientras que en las chalanas paga la persona y los bultos van gratis.
“Todo el mundo sabe que el transporte por las gomas es el ilegal, que pasa por ahí para evitar la revisión de los aduaneros y tienen su ruta para eludir a los otros controles como en el 28 por ejemplo, que los taxis se desvían un poco antes y vuelven a salir a la ruta un poco después para no pasar por el puesto de control, pero todo el mundo sabe, el desvío se ve claramente desde el puesto de control”, explica María, una comerciante bermejeña.
El sector de las chalanas antes de la crisis en Argentina solía ser un lugar concurrido todos los días de la semana por cientos de ciudadanos argentinos que venían a hacer compras. Ese número se ha visto reducido notablemente en los últimos años y el dinamismo comercial que se observa actualmente se lo debe al comercio al por mayor que se realiza a través del río por las “gomas”.
El comercio abarca varias cuadras y llega hasta el mercado Central de Bermejo, donde también se puede observar a ciudadanos argentinos comprando algunas cosas pero en menor cantidad. Allí se encuentran los lugares de comida y alojamientos en los que los turistas comerciales se detienen para comer algo. Sin embargo, la mayoría prefiere servirse algo rápido en los puestos de comida rápida instalados a la orilla del río.
En los últimos años se ha observado el incremento de prendas de vestir de procedencia hindú, ofertadas por ciudadanos de esta nacionalidad que se han trasladado a vivir en bermejo y han establecido prósperos comercios.
“Que va a llevar- pregunta el vendedor con marcado acento, y ofrece sus productos con la cordialidad propia de los comerciantes asiáticos-. Vuelva que le voy a dar a buen precio”.
En ciertos momentos se observa la llegada de las comerciantes bolivianas que llegan de Buenos Aires, cargando grandes bultos de ropa argentina para vender en Tarija y que hacen pasar por las chalanas.
Se puede hablar de un turismo permanente, de tipo comercial que le da una característica particular a Bermejo pero también se puede mencionar el turismo que llega ocasionalmente como producto de la fiesta grande de Bermejo en honor al patrono Santiago en julio, o el Festival del Lapacho que congrega a mucha gente procedente del norte argentino.
Sin embargo, el fuerte como destino turístico de Bermejo está ligado a El Cajón, un lugar apto para el turismo de aventura que también atrae, no sólo a los amantes de la pesca deportiva sino a turistas que aprecian conocer lugares poco comunes con hermosos paisajes y poblados de flora y fauna salvaje.



ENTRE LO ATRACTIVO Y CURIOSO DE BERMEJO

El Cajón
El Cajón es una de las maravillas que esconde el río Bermejo. En este enclave paradisíaco se pueden realizar multiples actividades deportivas entre ellas la más común la pesca deportiva. También es un buen lugar para relajarse.

Las chalanas
Es el nombre del centro del comercio fronterizo ubicado en el lado boliviano de la frontera con Argentina. Está a orillas del río Bermejo que se atraviesa en las barcazas denominadas chalanas.

Las gomas
Son un curioso medio de transporte paralelo a las chalanas que consiste en barcazas hechas a mano que sin impulsadas para cruzar el río por un hombre que camina dentro del agua transportando bultos de mercadería y personas.

No hay comentarios:

Publicar un comentario