Carmen Díaz, oriunda de la ciudad de La Paz, ingresó al lugar persignándose y salió tapándose la nariz por el nauseabundo olor a orín que impregna el interior de la estatua.
“Pensé que era un lugar sagrado, que encontraría imágenes o altares, pero parece un lugar de vándalos”, reprochó Díaz al señalar que estaba desilusionada de su visita.
Desde que uno sube al cerro San Pedro, los grafitis inundan cada espacio, las gradas, basureros, escaleras, puertas y los muros al interior del monumento.
“Luli te amo”, “Viva la promo 2004”, “Si me lees te meo”, son algunos de los cientos y cientos de escritos que dejan visitantes inescrupulosos que usan lapiceros, marcadores, carbón, pintura en aerosol, yeso y todo cuanto encuentran a la mano para dejar testimonio de su visita dañando este espacio turístico. La falta de iluminación les presta las condiciones para que efectúen actitudes vandálicas sin restricción.
A 20 metros de distancia de la estatua están los baños.
En el monumento cada recoveco tiene manchas de orín en el piso. Durante nuestro recorrido encontramos a un joven que parecía asomarse a una de las ventanillas pero en realidad estaba orinando.
“Es en todo el recorrido, todo huele a orín es un verdadero foco de infección”, reprochó Daniela Ustáriz que visitó el lugar junto a sus hijos.
El adolescente que atendía la boletería señaló que desde las cinco de la mañana se realiza la limpieza. “Como ha llovido fuerte el agua se entró y desde arriba he tenido que arrastrar el agua por eso todos los pisos están mojados”, explicó frente al reproche de la gente que abandonaba el lugar.
Según informa, cuatro personas realizan diariamente la limpieza y el control, sin embargo no se encontró a ningún personal con el distintivo de la municipalidad que preste información.
Debido a la falta de vigilantes, se optó por cerrar la circulación por los pasillos de la planta baja donde se encuentran las plaquetas recordatorias de ciudadanos e instituciones que apoyaron en la construcción de esta obra. “Es que se roban las plaquetas”, dijo el adolescente justificando su cierre.
Desde su inauguración hace 21 años, la apariencia del Cristo de la Concordia en su interior parece continuar en obra gruesa. Las paredes no tienen revoque, ni los pisos tienen cerámica u otro material además del vaciado de cemento, las instalaciones eléctricas fueron abandonadas y solo se ven cables sueltos sin focos.
Entre las observaciones de los visitantes señalan que las escalinatas son inestables y oscuras. Al haber solo un estrecho espacio para subida y bajada, no hay nadie quien pueda ordenar la circulación.
Finalmente, la falta de rampas, ascensores y otros accesos dentro el Cristo de la Concordia hacen de este espacio turístico un lugar restringido a las personas con discapacidad.
Datos
Distinción
“Cristo de la Concordia. La imagen más grande del mundo”, cita la placa conmemorativa del monumento.
La obra
La construcción de la imagen inició el 12 de julio de 1987 y finalizó el 20 de noviembre de 1994.
Construcción
La altura de la imagen es de 34.20 metros, el pedestal es de 6.24 metros, sumando un total 40.44 metros.
El peso total aproximado es de 2.200.00 toneladas.
Ubicación
La imagen está emplazada en 2.400 metros y a una altura de 2.840 m.s.n.m. Distante a 2.500 metros de la ciudad. Tiene 1.399 escalones en el cerro San Pedro.
Opiniones.
Álex Silva/Fotógrafo
El peligro para quienes suben a pie continúa, deberían instalar cámaras de vigilancia. Los policías turísticos también a veces vienen pero hay días que ni aparecen.
Edwin Mamani/Fabril
Me impresionó mucho el espacio de los brazos, se ve muy peligroso, da miedo. Los espacios son muy estrechos y nada iluminados. No hay nadie que te pueda dar información.
Melissa Ford/Estudiante
Vine con un grupo de amigos de Texas, pienso que le falta un lugar amplio para ver desde arriba. Por lo demás creo que todo huele muy mal y las escaleras dan miedo porque son estrechas y no hay iluminación.
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