El potencial que atesora Rurrenabaque en sus áreas protegidas la hacen merecedora de la mención como "Perla turística del Beni". Tres áreas protegidas ofrecen una diversidad de atractivos a los visitantes, aunque la Reserva de la Biósfera y Tierra Comunitaria de Origen Pilón Lajas es la que atrae a más del 70% de los visitantes. Los primeros días de enero celebra su aniversario.
El murallón. Rurrenabaque se encuentra en el departamento del Beni. Es una de las pocas ciudades donde se puede llegar no solo por tierra o aire, sino también por vía fluvial. De hecho muchos visitantes, en especial los extranjeros, prefieren esta última opción, pues en su recorrido, que dura como mínimo dos días, pueden visitar comunidades indígenas para conocer su cultura y costumbres. "Se ingresa a través del río Beni", explicó Héctor Rocabado, jefe de Promoción Turística de Rurrenabaque.
Si desea arribar en carretera el viaje puede durar cerca de 12 horas partiendo desde La Paz, mientras que Amaszonas ofrece combinaciones aéreas a este destino todos los días.
Pilón Lajas. Según Rocabado, de las tres áreas protegidas que están en el municipio de Rurrenabaque, la reserva Pilón Lajas es la que más visitas recibe. De hecho, al menos el 70% de los turistas desea visitar este parque nacional, considerado el área con mayor cantidad de bosque húmedo del planeta.
"En este territorio existen muchas comunidades nativas que dan a conocer su cultura, mitos, leyendas y tradiciones a quienes los visitan", señaló Rocabado.
Solo en cuanto a flora se detectó la presencia de 624 especies, mientras que en cuanto a aves, la cifra llega a 491 y 170 variedades de peces, entre otras cosas.
Parque Madidi. Es una de las áreas protegidas con mayor diversidad en el planeta. A ello se suma su belleza paisajística que la convierten en uno de los destinos preferidos por los turistas que llegan al país.
Tiene una amplia diversidad de ecorregiones, entre las que se destacan la zona alta andina, los bosques húmedos de montaña, los de tierras bajas, valles secos, mesotérmicos, sabanas, montañas y tierras bajas, entre otros. Según la dirección de Turismo de Rurrenabaque, esa diversidad aún no ha sido clasificada científicamente por lo que es muy probable que se sumen otras.
Pampas del Yacuma. Atesora una variedad de animales en peligro endémico, como el caimán negro o el mono lucachi, el armadillo gigantes, el jaguar o la paraba barba azul, entre otros.
Una especie muy importante que atrae a muchos visitantes del exterior es el delfín rosado. "Es un ícono para esta área protegida", explicó Rocabado.
Los turistas tienen la oportunidad de alojarse en albergues junto al río Yacuma desde donde se observan paisajes inolvidables.
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