Turistas que observaban la maravillosa Laguna Colorada, en plena madrugada, expresaron su temor de que en unos años más este reservorio se quede sin agua.
El Potosí llegó al sudoeste potosino y evidenció que el agua se redujo considerablemente, de acuerdo con la versión de guías de turismo, porque se perdió el 40 por ciento del espejo de agua, lo cual se puede evidenciar comparando cómo era la laguna hace 15 años y lo que es en la actualidad.
El alcalde de San Pablo de Lípez, Bernabé Choque Huayta, informó que la pérdida del agua está en el orden del 50 por ciento, lo cual atribuye al calentamiento global y las bajas precipitaciones pluviales de la zona.
La guía de turismo Maribel Velásquez dio a conocer que en la zona donde están las lagunas no existe bastante lluvia, pero la principal fuente de alimentación serían las aguas subterráneas y, en alguna medida, la nevada.
La mujer que trabaja hace 15 años guiando a turistas dijo no conocer cuánto bajó el volumen del agua, pero mostró su preocupación porque mermó la cantidad de flamencos andinos (parihuanas). Añadió que el agua bajó considerablemente en la laguna Cañapa y otras.
Los guías de turismo hicieron conocer que cada año sube la cantidad de visitantes extranjeros que llegan a la Reserva Nacional Eduardo Avaroa, en el último tiempo hay más asiáticos especialmente japoneses quienes se deleitan con las maravillas que tiene esta zona como el Salar de Uyuni, el sistema de lagunas, las fumarolas, los volcanes entre los que se halla el Thunupa, la forma de vida de los comunarios del lugar, sus artesanías y otros que en conjunto constituyen un atractivo que cada vez es más importante.
Tras hablar con los turistas y guías se consultó con el gobernador Juan Carlos Cejas qué harán desde esa institución para salvar a la Laguna Colorada y se conoció que existe la propuesta de bombear las aguas del Silala.
El proyecto se encuentra en la etapa de elaboración y una vez concluido se tomará una decisión, pero ello será de acuerdo con los costos y los resultados que se podrían lograr en el mediano y largo plazo.
Cejas informó que también verán otras alternativas porque no pueden permitir que las lagunas del sudoeste potosino se sequen y se pierdan elementos esenciales de un atractivo de clase mundial que cada día tiene mayor importancia entre las agencias y operadores de turismo en todo el mundo.
30.000
VISITANTES por año llegarían a laguna Colorada, según el reporte de la Secretaría de Turismo del Gobierno Departamental.
Las lagunas pagan la factura
No llueve ni cae nevada en el sudoeste potosino, por ello la situación de uno de los principales atractivos turísticos de Bolivia es preocupante, informes de la Reserva Nacional Eduardo Avaroa (RNEA) establecen que hace años que esta región enfrenta una de sus peores sequías de la historia.
Se sostiene que Laguna Colorada no es la única víctima de la sequía. En la zona hay 11 acuíferos que se encuentran dentro de la Reserva Nacional Eduardo Avaroa y la mayoría de estos son vulnerables al fenómeno climático.
Uno de los acuíferos más deteriorados es Laguna Honda que habría perdido casi el 70 por ciento de su espejo de agua, lo propio pasa con la laguna Capaña que casi está completamente seca.
En las mencionadas lagunas se puede apreciar una reducida cantidad de patos y parihuanas, pero su número está bajando rápidamente, y así lo hicieron conocer los guías de turismo, quienes sostienen que el principal ingreso de la gente que vive en comunidades de la reserva es el turismo.
El Servicio Nacional de Áreas Protegidas (Sernap) informó que la zona de la reserva andina tiene un clima frío y seco y una precipitación anual inferior a los 100 milímetros, dato que en los últimos años habría variado porque no existen lluvias ni granizo en esa región potosina.
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