Cochabamba tiene innumerables atractivos turísticos que están un tanto ocultos o que no son muy conocidos, por ello el Automóvil Club Boliviano (ACB) organiza viajes mensuales por carretera, precisamente para ir en busca de estos sitios que se convierten en tesoros turísticos en el valle.
Estos paseos de un día en fin de semana o en feriados se convierten en una buena alternativa para aquellas personas que llevan un ritmo de vida ajetreado, aprovechan estos recorridos y cambien su rutina; es que pocas veces se tiene la oportunidad de acercarse a los pueblos y a su naturaleza.
Además, es una experiencia singular que permite disfrutar de la compañía de los seres queridos.
Esta iniciativa fue organizada y motivada por la administración del Automóvil Club Boliviano (ACB), filial Cochabamba. En esta ocasión se planificó un recorrido denominado “La vuelta al valle”, que comprende cuatro destinos: Arbieto, Tarata, Cuchumuela y Tiraque.
La cita comienza a las 7:45, en el Automóvil Club Boliviano de la Blanco Galindo. Allí, Viviana Gutiérrez, jefa del departamento de turismo de la organización, prepara los stiker’s imantados, que enumerarán a cada movilidad.
Una de las principales instrucciones para el grupo que confirmó su asistencia es llegar a hora puntual, y así entre todos los conductores coordinar con el guía de la caravana los diferentes puntos de control vehicular.
Vivian va tomando nota de las familias que ya están preparadas para partir y me invita a que los acompañe en el vehículo institucional.
08:00 El clima parece prometer una bella jornada. La señal de partida se da y la caravana automovilística sale con siete familias. En el automóvil institucional, en el que voy, está el profesional en auxilio mecánico, la jefa de turismo
y una socia del ACB. Por la mirada que cada uno tiene puedo intuir que partimos con expectativas diferentes.
A medida que avanza la movilidad la conversación va fluyendo y entonces explorar, conocer y emocionarse resultan ser palabras que devuelven recuerdos y es cuando la señora Hortencia Claure vda. Bäni, socia del ACB, rememora el viaje que hicieron con la caravana a Toro Toro. Ella recuerda con gran aprecio aquellos paisajes que la impactaron y resalta con entusiasmo la labor que viene realizando el ACB al promover el turismo por carretera.
Vivian Gutiérrez asegura que la promoción de las actividades tiene dos objetivos, el primero es integrar a los socios del ACB y la segunda es fomentar la promoción de lugares turísticos en diferentes regiones del país.
“Este año las caravanas turísticas de la ACB cumplen cinco años”, enfatiza Vivian. Estos recorridos no están preparados solo para los socios sino que tienen una figura más amplia, ya que las invitaciones y la convocatoria se hacen a través de las redes sociales.
“Las caravanas turísticas están abiertas al público en general, cada mes sale la nueva programación y se comunica las fechas de inscripción para viajar a los diferentes destinos”, menciona Gutiérrez.
Este trabajo también es coordinado y realizado con la colaboración de las autoridades municipales y en especial con los encargados de turismo.
primera PARADA
08:45 Arbieto - La Angostura
Al llegar a la represa de La Angostura, distante a 17 kilómetros del Cercado, llama la atención el bajo nivel de agua, que preocupa aún más cuando se observa a una corta distancia.
Aun así, la laguna continúa reflejando hermosos paisajes. La organización tiene preparada una actividad dentro de la represa. Para ello se contrataron a dos botes con motor externo que esperan ser abordados para iniciar el recorrido.
Mientras nos reparten los chalecos salvavidas, el guía organiza a las personas para mantener equilibrado el bote. Durante el paseo se ven las cabañas rústicas que circundan la laguna, entre ellas destaca un faro, que al parecer no tiene razón de ser en este lugar.
De repente irrumpe el silencio el graznido de una bandada de gaviotas, que aparecen detrás de los barcos esperando alimentarse del tostado que lanzan algunas personas. Es todo un espectáculo ver cómo estas aves elegantes revolotean a manera de danza.
Todos los paisajes que se observan al atravesar la laguna son imágenes gratificantes, difíciles de olvidar.
Con un buen ánimo, la caravana se prepara para ir al segundo destino.
SEGUNDO DESTINO - TARATA
Son las 9:45 y los automóviles comienzan a partir en orden siguiendo a la movilidad que guía.
Llegamos a la plaza Aroma que es la principal de Tarata, a las 10:15. Allí se inicia el trayecto visitando el mirador de la torre de la Alcaldía, que guarda el reloj a cuerda más antiguo de este pueblo.
El guía Mario González trabaja hace 18 años haciendo el mantenimiento del reloj y él nos cuenta que este tiene 114 años de antigüedad y es de procedencia alemana; también resalta el hecho de que hasta la fecha nada se ha modificado.
“Los alemanes lo han fabricado para toda la vida”, enfatiza Gonzales. Mientras nos enseña el mecanismo del reloj nos explica que las campanas suenan sincronizadas con este artefacto cada hora y los cuartos de hora, y muy ufano nos sorprende con la afirmación de que estos objetos fueron fundidos en el Beni.
Saliendo al mirador de la torre, desde lo alto se observan las importantes estructuras arquitectónicas privadas y públicas que rodean la Plaza, como la iglesia de San Pedro con su imponente cúpula, el Palacio Consistorial (museo histórico) y los domicilios que conservan su arquitectura colonial.
Tercer DESTINO - CUCHUMUELA
12:15 La caravana llega a Cuchumuela (Villa Gualberto Villarroel), que es la quinta sección municipal de la provincia Punata, y es recibida por las autoridades encargadas del turismo que deciden hospitalariamente invitarnos a conocer su principal estructura turística, el templo donde se encuentra la imagen del “Niño Sik’imira”, que mide dos centímetros y está encadenado a una cuna de oro, según cuentan, debido a sus travesuras.
Cuarto DESTINO - tiraque
14:00 La caravana se dirige al sudeste del poblado de Tiraque, camino antiguo a Santa Cruz, donde conoceremos “Infiernillos”. Ya saliendo de la carretera se va avanzando hacia la cumbre y se aprecia toda una alfombra dorada de punas andinas, que adorna el camino y poco a poco el clima gélido sugiere que nos preparemos para un paisaje diferente. Llegando al destino se observa una combinación de colores que solo la naturaleza puede ofrecer, la laguna azulada de “Infiernillos” está rodeada por dos cumbres, que tienen a sus pies todo un bosque de árboles de kewiñas, que por el color de sus troncos parecen arder por dentro. La caravana es recibida por autoridades municipales de Tiraque que amablemente comienzan a contarnos sobre los encantos del lugar. El encargado de gestión de Turismo de Tiraque, Feliciano Rodríguez Durán, comenta que la laguna es más bien una represa artificial que tiene el nombre de Infiernillos, no precisamente porque el lugar cuente con temperaturas elevadas, sino por ser el bosque nativo de kewiñas que dejan asombrados a muchos visitantes.
La caravana, junto a las autoridades, emprende una caminata a orillas de la laguna, desde donde se puede apreciar distintos ángulos del hermoso paisaje, el cual cerca a las 17:00 va tornándose de un color ámbar a un azul gélido.
No cabe duda que interactuar con la naturaleza renueva las perspectivas, colorea la memoria con fotos que no se desprenderán fácilmente.
17.30, finalmente la caravana se despide de Infiernillos y se dirige rumbo a la ciudad. Los rostros de los presentes demuestran satisfacción por lo vivido, queda comprobado que el turismo por carretera es una de las mejores opciones que te invitan a escapar de la rutina y explorar, conocer y compartir.
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