Los destrozos que sufrió el Parque Cretácico de Sacaba a tan sólo tres días de su inauguración como los grafitis en las réplicas de los dinosaurios, las jardineras destruidas, los basureros desprendidos y los excrementos en un resbalín son una muestra de incivilidad, un término que se usa para referirse a la falta de educación y respeto.
El coordinador de Diálogo y Acción Pública de Ciudadanía, Gonzalo Vargas, explicó que la incivilidad es “no participar del bien común” y “dañarlo”.
Esa falta de civilidad se puede revertir con “educación y responsabilidad ciudadana”. Pero, también se requiere “mirar las cosas que son útiles para el conjunto”.
Vargas remarcó que “el concepto de incivilidad es lo contrario a civilidad, que es la participación en el bien común”.
Los daños que obligaron al cierre del parque el lunes y a realizar un mantenimiento de emergencia demuestran, además, un problema de valores, de educación y de responsabilidad tanto de la sociedad como del Estado “por no poner atención en lo que verdaderamente tiene sentido”, reflexionó el analista.
Actitud común
Lo sucedido en el parque de dinosaurios se replica en otros espacios. Un ejemplo es el comportamiento con los árboles, que son talados o podados bruscamente porque a la gente le molestan y no percibe su utilidad.
Pero un paso para cambiar esta actitud es que la gente que sí respeta a los árboles o cuida el bien común lo demuestre y divulgue.
El secretario de Desarrollo Humano de la Alcaldía de Sacaba, Florentino Ledezma, manifestó ayer que no esperaban la visita de tanta gente al parque, por lo que no se previó la cantidad de algunos servicios como basureros y baños.
El fin semana 6 mil personas visitaron el Parque Cretácico.
“LA GENTE NECESITA EDUCACIÓN”
El Parque Cretácico de Sacaba volvió a abrir sus puertas al público ayer. Cada día el lugar es visitado por personas de todas las edades y de distinto origen, desde gente extranjera hasta vecinos del lugar que asisten para conocer “el nuevo atractivo turístico”.
Según algunas personas, el parque es muy bonito, pero algunas personas necesitan educación. Hay gente que lamentablemente se apoya en las réplicas para tomarse unas selfies o fotografiarse sin percatarse que están sobre las plantas.
Por otro lado, a pesar de la existencia de cuidadores que tratan de evitar que la gente dañe las edificaciones y los jardines, hay niños que aprovechan para colgarse de las imitaciones.
No faltan padres que intentan cabalgar a sus hijos en los dinosaurios para fotografialos. Por otro lado, existe la probabilidad de acordonar las estructuras para evitar más daños y de construir una pasarela en la avenida Villazón para los peatones.
El parque abrirá de martes a domingo de 9:00 a 17:00. El costo de la entrada para niños es de 2 bolivianos y 5 para adultos.
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