El crecimiento de la industria sin chimenea es más que evidente. Las ofertas de destinos turísticos a lo largo y ancho del mundo crece cada vez más y Bolivia no está al margen.
El país en este último tiempo, debido a la iniciativa privada como gubernamental, ha incrementado su flujo turístico no solo a los rincones ya conocidos; sino también a otros sitios donde aún se consideraban inexplorados. Eso, dada la majestuosidad de estos lugares, que se adaptan perfectamente para realizar diferentes actividades, desde una caminata hasta la práctica de kayak.
En efecto, el boom del turismo hoy en día tiene nombre, aventura. Las principales operadoras remarcan que ahora los visitantes (tanto nacionales como extranjeros) no solo se conforman con recorrer y mirar los parajes que ofrece Bolivia, también quieren vivirlos, experimentarlos y por supuesto, indagarlos hasta en lo más profundo, asumiendo el peligro como un valor agregado interesante para disfrutar del paisaje que tienen alrededor.
De ahí la importancia de resaltar cada espacio de los nueve departamentos del país, porque cada uno tiene un atractivo diferente, expone una aventura singular y por supuesto, manifiesta su propia magia.
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