viernes, 4 de noviembre de 2016

La Paz, observada desde los miradores

La ciudad de La Paz es una inmensa hoyada que se alza sobre la cordillera de los Andes, a una altura de 3.600 msnm, sobre las riberas bañadas por las aguas del río Choqueyapu. Abrazada por gigantescas montañas únicas en su policromía que alcanzan los 6.439 msnm, entre los que están el Illimani, Huayna Potosi, Chacaltaya y Condoriri y laderas de características irregulares y accidentadas en sus cimas.

Su particular topografía, la identifica y la diferencia de otras ciudades; privilegiada ubicación que le ha permitido convertirse en la capital de los miradores, algunos naturales y otros construidos, pero todos ofrecen extraordinarios panoramas de toda la riqueza paisajista del área urbana y los barrios periféricos observados desde los cuatro puntos cardinales.

PANORAMAS

Desde los miradores, testigos de múltiples sucesos positivos y negativos en la historia de esta ilustre ciudad, se dibuja un interesante panorama de subidas y bajadas, con calles angostas y serpenteadas que contrastan con amplias avenidas, en las que sobresalen siluetas arquitectónicas heterogéneas en cuanto a sus escalas y morfología traducida en composición volumétrica, materiales, contraste, textura y proporción.

En pleno día con los rayos del sol iluminando el majestuoso nevado Illimani que resplandece bajo un cielo azul, como pocos, se aprecia una armoniosa amalgama del pasado y el presente, componiendo un escenario sorprendentemente moderno y un testimonio histórico de la ciudad.

Es así que se combinan construcciones y viviendas de estilos coloniales, republicanos, eclécticos, barrocos tanto de valor monumental como patrimonial con edificios que responden a las características de una modernidad que ha consolidado a la ciudad de La Paz, como una de las más pujantes de Bolivia.

PAISAJES

Mientras que al atardecer la hoyada deslumbra con un intenso color anaranjado que va adquiriendo paulatinamente matices rojizos y brindan otra visión del paisaje y del Illimani que también armoniza con nuevas tonalidades.

Al caer la noche, el ojo humano puede distinguir una explosión de luces artificiales que ofrecen otra impactante toma de la urbe paceña.

Se estima que en La Paz, existen alrededor de 32 miradores, entre los que están J’acha Apacheta, Sallahumani, Killi Killi, el Montículo, Laikakota, Mirador del Calvario, Pampahasi, Orkojahuira, J´acha Kollo, Alto Munaypata, Faro Murillo, Urkupiña, Río Seque, Muela del Diablo, Sagrado Corazón de Jesús, Eduardo Siles y Santiago de Lacaya.

De estos J´acha Kollo (Cerro Grande) y Killi Killi, ubicados en la zona Villa Nuevo Potosí y Villa Pabón, respectivamente, tuvieron un rol importante durante el cerco de La Paz, en 1781, porque proporcionan un amplio ángulo visual sobre la ciudad, situación estratégica que fue aprovechada por los indígenas para vigilar a los españoles. Sin embargo, luego del descuartizamiento de Tupac Katari, uno de los miembros del líder indígena fue colocado en el mirador de Killi Killi y la cabeza en el actual mirador del Sagrado Corazón de Jesús, a modo de escarmiento.

APACHETAS

Varios miradores fueron antiguas apachetas o templos andinos por lo cual además de ser sitios de observación, tienen un significado muy especial en la cosmovisión andina ya que, aún son utilizados para realizar tradicionales rituales a los “Achachilas” o espíritus de las montañas como a la Pachamama (Madre Tierra). También son espacios de oración para pobladores y Amautas, Yatiris o curanderos andinos que buscan soluciones para diferentes problemas.

El gobierno municipal de La Paz, reconoce a 8 miradores como principales atractivos para observar la ciudad. Estos están acondicionados para proteger a los visitantes con barandas de seguridad. Algunos también tienen parques infantiles, baños y museos con el fin de brindar diferentes servicios.

Los miradores reciben permanentemente visitantes nacionales y extranjeros que desean experimentar nuevas sensaciones visuales o espirituales, al respecto Erik Paustrat, un turista encontrado casualmente tomando fotografías desde el mirador de Sallahumani, ubicado a un costado de la autopista de El Alto, desde donde se aprecia gran parte de la ciudad con el nevado Illimani al fondo, afirma “Estoy sorprendido, me parece que el cielo estuviera a mis pies, con miles de estrellas resplandeciendo”.

En La Muela del Diablo (Auqui Kollo) conversamos con Nadiesdha Vargas, quien visitaba el mirador con su familia “La elevación rocosa por su forma es muy interesante, pero lamentablemente el camino de tierra es pésimo, muy angosto en algunos trechos, no obstante que se paga un peaje de 5 Bs., no hay ningún mantenimiento y los turistas que ingresan a pie por el Pedregal terminan cubiertos de polvo”, manifiesta. Actualmente esta área está en disputa entre los municipios de La Paz y Mecapaca.

DISFRUTE VISUAL

Caminando por el distrito periférico de Villa Fátima descubrimos el mirador denominado Santiago de Lacaya, en el que percibimos a Juan Flores, quien estaba meditando y asegura “Yo vengo siempre a este lugar no sólo para disfrutar de la vista que tiene sino también porque siento una energía especial y estar en este sitio me fortalece, entro en comunión con las energías telúricas”

En un recorrido por el Montículo, que le da el nombre de “La colina solitaria” al barrio de Sopocachi, contemplamos este mirador natural con un hermoso paisaje que atrae la atención por su alto valor turístico. Sitio idílico para las parejas de enamorados.

A todos los miradores ya existentes, recientemente se han sumado otros; los ambulantes, que son los teleféricos de colores que en silencio recorren en cielo paceño, transportando inquietos pasajeros que anhelan escudriñar desde las cabinas en movimiento nuevos detalles de la ciudad de La Paz y sus barrios.

DATOS

La Paz cuenta con ocho miradores y 32 apachetas que circundan la ciudad. Las apachetas son espacios para los rituales ancestrales de los pueblos aymaras que ven en estos sitios lugares sagrados.

El antropólogo Luis Castedo identificó como apachetas a Jach’a Apacheta, en la zona Alto Munaypata; Sagrado Corazón de Jesús, en la zona Corazón de Jesús; Jancocollo o Jach’a Kollo, en Alto Villa Nueva Potosí; Salla Humani, entre la avenida Naciones Unidas y la autopista La Paz - El Alto; Mirador 27 de Mayo, en la zona del mismo nombre; nuevo mirador de Alto Pampahasi; el mirador Santo Domingo-Calvario, en la zona Kupini.

De acuerdo con la catalogación de la Alcaldía de La Paz, existen los miradores La Muela del Diablo o Auqui Kollo, en la zona Sur; el Raúl Salmón de la Barra, en el Parque Urbano Central; El Montículo, en pleno Sopocachi; el Killi Killi, en Villa Pabón; la Apacheta 27 de Mayo, en el distrito Periférica; el Salla Umani, cerca de la Ceja de El Alto; el de Alto Pampahasi, en la ladera este, y el Jach’a Kollo, en Cotahuma.

Gloria Martínez Vargas, periodista


No hay comentarios:

Publicar un comentario