El Dakar llegó ayer a territorio boliviano. La localidad de Tupiza vivió un día inolvidable con la presencia de los pilotos que intervienen en la tradicional competencia.
Los corredores extranjeros quedaron relegados a un segundo plano luego del triunfo que consiguió en la etapa el chuquisaqueño Wálter Nosiglia que se robó todas las cámaras, ya que se convirtió en el primer piloto boliviano en ganar una de las jornadas del Dakar.
El presidente Evo Morales recibió a Nosiglia y destacó su desempeño en la cuarta etapa. "Hermano Wálter, el primero en este tramo, es el mejor regalo para los bolivianos”, afirmó luego de fundirse en un abrazo con el corredor, que desató la algarabía de los espectadores.
Por su parte, Nosiglia, conocido como Lobo del Desierto, agradeció la preocupación del Presidente. "Tenemos una etapa por lo menos y trataremos de llegar al final”, mencionó. Los asistentes cantaron feliz cumpleaños a Nosiglia, quien cumplió 54 años el miércoles.
La alegría de los bolivianos contrastó con la ausencia de uno de los grandes candidatos a ganar la competencia, Nasser Al-Attiyah, el príncipe de Qatar. Abandonó ayer la competencia por los "daños irreparables” que sufrió su Toyota en la tercera etapa que lo complicó demasiado, ya que hasta terminó con rocas encima de su auto para nivelar el peso. Al-Attiyah ganó el Dakar en 2011 y 2015, fue segundo en 2010 y 2016.
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