viernes, 9 de junio de 2017

San Antonio de Lomerío inicia sus festejos con la Ruta del jaguar


Tomar contacto con la naturaleza, caminar por los senderos por donde lo hace el jaguar, avistar sus huellas en el lodo y con un poco de suerte ver al felino mismo, es una novedosa oferta turística en Santa Cruz. Esta experiencia que en países como Guatemala y México es muy popular se va a replicar en Santa Cruz y San Antonio de Lomerío está listo para la prueba piloto, que se piensa lanzar a propósito de su 78 aniversario.

La tendencia de respetar la vida salvaje es fuerte en el mundo, comprendiendo que las manchas urbanas cada vez se comen más el territorio de los animales silvestres que se ven de pronto, coexistiendo con el hombre. No por nada en las redes sociales no falta quien anuncie que un mono, una víbora u otras especies han aparecido en el jardín y no se sabe qué hacer con ellos.
El jaguar, el felino más grande de América, cada vez se está acercando más a las haciendas y está muriendo bajo el rifle de los ganaderos, que lo consideran una amenaza, pues se come al ganado para sobrevivir en un territorio.

Este fenómeno ocurre en gran parte del departamento de Santa Cruz, por lo que fundaciones como Panthera.org, la Gobernación, los municipios de San Antonio de Lomerío y Cuatro Cañadas y otras organizaciones, tomaron la iniciativa para trabajar por la conservación del carnívoro.
Como respuesta se ha gestado un proyecto eco-etno-turístico que han denominado la Ruta del jaguar, a partir de la experiencia de la estancia ganadera San Miguelito, que desde hace algunos años se ha convertido en un destino turístico para ver vida silvestre contribuyendo a la reducción de la cacería de grandes felinos en la zona de expansión ganadera con estrategias antidepredación y de compensación económica por pérdida de ganado a través de ecoturismo basado en el jaguar.

Fiesta de aniversario
El 12 de junio, un día antes del aniversario de fundación de San Antonio de Lomerío, autoridades locales y departamentales lanzarán el proyecto la Ruta del jaguar dentro de un programa denominado Turismo comunitario indígena de la nación Monkox Chiquitano. “Varias estancias ganaderas de los alrededores formarán parte del proyecto que tiene como punta de lanza la hacienda San Miguelito, situada a 37 km de San Antonio de Lomerío, que el 13 de junio cumple 78 años”, manifestó el alcalde Ignacio Soriocó.

Bajo constante amenaza
“En Bolivia hay un alto índice de eliminación de este animal. Entre 2013 y 2016 se decomisaron 173 colmillos a comerciantes clandestinos. Generalmente les extraen los dos colmillos más grandes y, en ese caso, se puede presumir que murieron 86 solo por los colmillos, sin contar los que mueren al invadir haciendas ganaderas y los animales decomisados vivos”, dijo Raúl Rojas, coordinador del Proyecto Biodiversidad de la Gobernación, tratando de explicar la magnitud del daño.
Un reporte del año 2007 en la revista Mongabay, elaborado por los biólogos Rosario Arispe, Damián Rumiz y Andrew Noss, da cuenta de que en 85 estancias ganaderas de Santa Cruz, en cuatro años de la década pasada, hubo un total de 347 felinos muertos por conflictos con el ganado, lo cual muestra su gran vulnerabilidad.

El jaguar equilibra el sistema
Anaí Holzmann, coordinadora del proyecto ecoturístico, explica la importancia del jaguar para el ecosistema señalando que mantiene el equilibrio ecológico devorando diversos mamíferos, como chanchos troperos, taitetuses, capibaras, urinas, entre las presas grandes, pero también atrapan armadillos, tejones, jochis, tapitis y hasta ratones.
“Con este proyecto estamos tratando de incluir dos grandes patrimonios: el natural y el cultural de la mano del desarrollo sostenible. Queremos que los turistas disfruten de la Ruta del jaguar y lleguen a San Antonio de Lomerío, patrimonio cultural de la humanidad”, concluyó.

El oasis de tierras bajas
San Miguelito es una estancia ganadera de 3.300 hectáreas de bosque enclavada en el límite de los municipios de San Antonio de Lomerío y Cuatro Cañadas. Es un respiro ecológico bañado por el río San Julián (San Miguelito, para los Monkox) en medio de inmensos arados y sembradíos artificiales, que recrea la vista con muchos miradores naturales y 15 kilómetros de senderos ecológicos, en los que funcionan 20 cámaras trampas, que captan la presencia de 10 jaguares y otros animales, según datos de la Wildlife Conservation Society (WCS) y del Museo de Historia Natural.
San Miguelito, de Duston Larsen, es considerado uno de los últimos refugios naturales de vida silvestre de las tierras bajas del este de Santa Cruz, que está aprendiendo a convivir con la naturaleza.

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