sábado, 13 de enero de 2018
El salar de Uyuni aprovecha el Dakar para mostrar los atractivos de Bolivia
El salar de Uyuni, una de las joyas andinas para el turismo, espera el paso del rally Dakar por quinto año consecutivo para mostrar mañana al mundo uno de los mayores atractivos de Bolivia a través de este espectáculo automovilístico.
El desierto de sal de Uyuni, situado al suroeste de Bolivia, es el mayor del mundo situado a más altura, a unos 3.650 metros y con cerca de 10.600 hectáreas de superficie.
Desde que el rally más famoso del mundo pisara territorio boliviano en 2014, ha mantenido su cita con esta inmensa llanura blanca rodeada de montañas, a la que no ha faltado ni un año desde entonces.
La etapa con paso por Uyuni es una de las más esperadas por los espectadores de la carrera y también una de las más exigentes, debido a la altura que encuentran los pilotos.
Los participantes aprovechan este viernes como día de descanso para retomar fuerzas en La Paz y poder afrentar el sábado en las mejores condiciones la séptima etapa entre la urbe paceña y Uyuni, con un total de 425 kilómetros.
Desde la inclusión del salar en el recorrido del Dakar, el Gobierno boliviano ha aprovechado el tirón mediático para mejorar las cifras de turismo en la zona.
La creación del monumento al Dakar en 2014 se ha convertido en un símbolo del desierto y una parada obligatoria de los turistas que llegan cada año.
Además, las comunidades de la zona aprovechan para vender a los turistas recuerdos hechos de sal con la forma del símbolo del Dakar, algo único en el mundo.
Según el Viceministerio de Turismo de Bolivia, en 2016 Uyuni recibió a más de 300.000 visitantes extranjeros, un 20 % más que en años anteriores.
Las dunas de arena peruanas dejan paso a la sal boliviana en una competición única en el mundo, que este año celebra su cuarenta aniversario en su recorrido del 6 al 20 de este mes por Perú, Bolivia y Argentina.
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