El Consejo Regional de Amautas de El Alto está conformado por 2.000 yatiris que buscan incentivar el turismo esotérico y promover las prácticas espirituales de los pueblos originarios a través de un proyecto denominado la Calle de las Brujas, en esa urbe.
Sabina Núñez alista un atado de madera para encender una fogata y ofrecer una ofrenda a la Pachamama. El yatiri debe “realizar una mesa blanca” para unos clientes y en menos de 20 minutos tiene lista la brasa para el ritual frente a la atenta mirada de un grupo de turistas que pasean por el lugar.
Núñez contó que algunas agencias ofrecen paquetes de turismo esotérico en El Alto, es decir paseos por los lugares sagrados de la ciudad para que viajeros llegados de otros países observen la realización de rituales andinos.
Esto sirvió para que el Consejo Regional de Amautas de El Alto madure una propuesta: construir una Calle de las Brujas en el sector de Sagrado Corazón de Jesús, aledaño a la Ceja, e incentivar el turismo, además de generar mejores condiciones para los más de 500 yatiris que se ubican en el lugar.
“Teníamos una propuesta para construir la Calle de las Brujas dentro del proyecto Nayra Punku que estaba impulsando el exalcalde (Édgar) Patana, pero él dejó la Alcaldía y la iniciativa quedó en nada”, relató Tiburcio Condori, vicepresidente de la organización que agrupa a más de 2.000 yatiris y curanderos en El Alto.
El dirigente reveló que se organizan para proponer la construcción de una Calle de las Brujas en El Alto, que se incluya en el proyecto Ratuki, que plantea la edificación de viaductos para mejorar el tránsito por el centro de El Alto.
OTROS SITIOS
El vicepresidente del Consejo de Amautas alteños mencionó que existen siete sitios sagrados en El Alto. El principal es Sagrado Corazón, porque la leyenda cuenta que en este lugar se enterró el corazón del héroe indígena Túpac Katari.
Otros centros sagrados son la Waraco Apacheta, sobre la Doble Vía a Oruro; Waka Jampatu, sobre el peaje de la autopista; la zona Ballivián, inmediaciones a la exfábrica de vidrio, Puente Vela y Faro Murillo.
La yatiri Miriam Colque pidió a las autoridades que ejecuten obras en estos sectores, para explotar el potencial turístico que tienen y porque estos sabios andinos mantienen vivas las tradiciones aymaras y quechuas.
“Vienen algunos turistas a ver los rituales y da vergüenza, porque estamos en pleno centro de la ciudad y seguimos sobre tierra, no hay bancas, baños o seguridad. En El Alto estamos amautas de todo el país, revalorizando nuestras raíces culturales y las autoridades deberían reconocer eso”, expresó.
Ministerio de Salud registra a yatiris y curanderos
El Ministerio de Salud, mediante el Viceministerio de Medicina Intercultural, realiza un registro de los yatiris, amautas y curanderos para certificar aquellos que tienen conocimientos en ritualidad andina, y no sean los llamados pajpakus (farsantes).
El vicepresidente del Consejo Regional de Amautas de El Alto, Tiburcio Condori, informó que sus afiliados están en proceso de registro.
El sabio andino señaló que técnicos de esa cartera de Estado sistematizaron características y conocimientos que debe dominar un verdadero amauta o sabio andino.
Sin embargo, mencionó que a pesar de ser más de 2.000 afiliados en El Alto, los clientes pueden reconocerlos sólo por algunas facciones físicas.
“Hay características que definen que una persona puede ser yatiri, por ejemplo, los lunarejos o pecosos, los que nacen con seis dedos, los que cojean al caminar o tienen dos coronas en la cabeza (formaciones capilares que asemejan a remolinos) nacen con una energía especial que los predispone”, explicó.
Condori afirmó que una señal que alerta sobre un falso amauta es que la persona sea ambulante, es decir no tenga un consultorio fijo.
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